El 2 de diciembre de 1993 cayó el criminal más temido en la historia de Colombia. Pablo Escobar terminó siendo derrotado por utilizar la que fue una de sus principales armas, el teléfono. El 2 de diciembre de 1993 podría considerarse fácilmente como el día más largo en la historia de Colombia.
Redacción Web/LN
El 2 de diciembre de 1993 podría considerarse fácilmente como el día más largo en la historia de Colombia. Aunque fue común y corriente de 24 horas, las versiones que existen de lo que pasó podría, perfectamente, sentirse como un relato de varias semanas por las múltiples historias que solo coinciden con un mismo final: murió Pablo Escobar.
La foto final del narcotraficante es todo lo contrario a lo que fue su auge como el capo más poderoso del país, Escobar murió solo, descalzo, vestía un jean y una camisa azul, y custodiado por un centenar de uniformados que rodeaban el sector, lejos estaba de ser el criminal que tanto atemorizó a una nación.
Prontuario
Describir todo lo que hizo Pablo Escobar es prácticamente imposible. Sin embargo, los registros indican que 632 fue el número de atentados perpetrados por el cártel de Medellín bajo el mando de Escobar, entre 1984 y 1993. Esta lista recoge apenas algunos de los que mayor impacto y repercusión tuvieron en su momento.
Entre ellos está el asesinato del entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, quien fue asesinado por sicarios contratados por el Cartel de Medellín. En ese momento, el ministro Bonilla se había convertido en una amenaza para el narcotraficante, por lo que no dudó en mandarlo a matar.
Otra de las víctimas de Pablo Escobar fue el exdirector de El Espectador Guillermo Cano. El 17 de diciembre de 1986, el director periodístico salió de la sede de El Espectador, abordó su camioneta Subaru Leone, manejó unos metros, dio vuelta en U y fue interceptado por El Negro, un sicario al servicio del cártel de Medellín que le disparó ocho tiros con una ametralladora.
El asesinato de Luis Carlos Galán
Finalmente, otra de las víctimas de Escobar fue el entonces candidato presidencial Luis Carlos Galán. En la noche del 18 de agosto, Galán se presentaba en la plaza central del municipio de Soacha, cerca de Bogotá. Una multitud había atendido al lugar a la espera del candidato. Sobre las 8:30 de la noche, Galán llegó a bordo de una camioneta blanca descapotada que se iba abriendo paso entre sus seguidores. Subió a una improvisada palestra y comenzó su discurso. Sin embargo, apenas 15 minutos después, se escuchó una ráfaga de disparos. La confusión inicial se vio disipada con el estruendo de las siguientes ráfagas. Henry de Jesús Pérez y Jaime Eduardo Rueda Rocha, dos sicarios que recibieron 200 millones de pesos, habían superado el frágil anillo policial, caminado hasta abajo de la tarima y disparado contra el candidato. Aunque fue auxiliado, por la gravedad de las heridas murió.
Así como hay asesinatos a reconocidas figuras de aquel entonces, los carros bomba también fueron parte de la artillería del Cartel de Medellín. Uno de los más recordados es la tragedia que ocurrió en el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) en Bogotá. Allí, un carro bomba, cargado con 500 kilos de dinamita explotó. El saldo: 63 personas murieron.