Este 2024, que llega a su fin, no fue el año de la “Paz Total”. La muerte de 90 integrantes de las Fuerzas Militares y de Policía, el fuerte incremento en la extorsión y el secuestro, el reclutamiento forzado de menores, el crecimiento de los grupos armados al margen de la ley y su control territorial, así como una ola de atentados terroristas, dejan este año como uno más en el que la seguridad sigue siendo una de las principales debilidades de nuestra Nación.
La política de paz que ha adelantado el actual Gobierno ha sido un completo fracaso. No se observan logros claros ni el más mínimo retroceso en la violencia que padecemos. Pareciera que esta política ha sido aprovechada exclusivamente por los grupos armados ilegales para fortalecer su poderío militar y expandir su influencia, mientras la población civil sigue pagando las consecuencias.
Ni los diálogos con el Eln, ni las conversaciones con algunas disidencias de las Farc, ni las tratativas con el Clan del Golfo han mostrado resultados tangibles que apunten a acuerdos reales para la desmovilización de estos grupos y el retorno de la paz y la tranquilidad en gran parte del territorio colombiano.
El Gobierno se equivoca al apostar ingenuamente por un proceso que ha sido aprovechado al máximo por estos grupos, quienes, en lugar de ceder, han logrado reforzar su capacidad bélica, mientras las Fuerzas Militares parecen replegarse como consecuencia de una política equivocada.
Sin seguridad, no hay inversión ni desarrollo. Este ha sido uno de los principales talones de Aquiles que han frenado el crecimiento de nuestra economía y, por ende, el desarrollo del país. Las causas que originan la violencia persisten, especialmente aquellas relacionadas con el narcotráfico y la minería ilegal, actividades que siguen generando grandes réditos para los actores violentos.
De seguir en diálogos vacíos y sin compromisos concretos, el panorama para 2025 en términos de paz no pinta bien. Continuaremos viendo cómo se deteriora la seguridad, mientras se nos va agotando el tiempo para avanzar como Nación. Para ser sinceros, no creo que esta realidad cambie en lo que resta de este “Gobierno del Cambio”.