Como ha sido costumbre en los últimos tiempos la iglesia católica dio inicio el pasado 24 de diciembre de 2024 al año santo, esta vez bajo la denominación “Peregrinos de La Esperanza”, gracias a la tecnología el mundo pudo presenciar la hermosa ceremonia de apertura de “La Puerta Santa”, a cargo del Obispo de Roma, conocido coloquialmente como” el Papa Francisco”. Para los fieles católicos el acto fue una inmensa sumatoria de simbolismos espirituales soportados en la historia de sus creencias, especialmente las relacionadas con la misericordia y el perdón.
El principal actor de esta celebración es la peregrinación, entendida esta como el caminar motivado por la búsqueda de la gracia plena, llenos de devoción, respeto, asumiendo la introspección como un vehículo para la evaluación consciente del trasegar por la vida, conocimiento que lleva inexorablemente al propósito de enmienda, lo más importante al perdón sin condiciones como el sendero para acceder al perdón universal, desde luego sin desconocer el protocolo canónico de participar en la liturgia establecida para esta ocasión.
El Papa ha estado inquieto con el “Turismo Religioso”, no quiere que de un evento de tanta importancia y significado espiritual se haga un viaje de esnobismo, viajar por placer, solo por conocer un destino, o por participar en un evento cultural de los que se pueden organizar en cualquier momento sin la motivación del jubileo. Alienta el Papa, a participar en la peregrinación consciente del significado y valor del Jubileo, esta vez peregrinar motivados por la esperanza e, inspirados en la misericordia.
En el caso especifico del Huila se perdieron veinticinco años, se echó por la borda la experiencia de Nátaga 2000 para organizar los destinos religiosos del Departamento, contrario a lo que varios de los profetas del fracaso pregonan se constituyen en un atractivo y motivador de trascendental importancia para la consolidación del Huila como destino turístico, lo religioso como un claro componente del acervo cultural opita, es un atractivo transversal a todo tipo de producto turístico. Alimenta la esperanza de mitigar el craso error organizando al menos un destino religioso durante el año 2025.