A través de sus redes sociales, el escritor huilense Winston Morales Chavarro manifestó que desde hace un mes presenta un delicado estado de salud. “He estado cuatro veces hospitalizado y no dan con el chiste”, dijo.
“Desde hace un mes vengo muy delicado de salud. He hecho esfuerzos sobrehumanos para dictar clases, pero el desmayo, el desvanecimiento y el dolor me han pasado factura. He estado cuatro veces hospitalizado y no dan con el chiste. Primero dijeron que soy diabético, después que tengo el hígado graso, cálculos en la vesícula y los triglicéridos muy altos. El 90% del diagnóstico me lo han dado médicos particulares”, así comenzó el escritor opita su relato en redes sociales acerca de lo que viene padeciendo desde hace un mes.
Además, comentó qué ha hecho para pagar los servicios de salud de manera particular, criticando el sistema de salud en Colombia. “Es de lo peor, nefasto”.
“En un mes, sólo dos veces me han atendido en Sura (el resto por urgencias). Hoy he decidido contratar (hace ocho días adquirí el servicio de AMI) un plan complementario de salud. He decidido cancelar mi suscripción a Directv y quedarme con Claro hogar para pagar ese servicio adicional de salud. Y lo he hecho porque realmente veo muy poca televisión”, añadió el comunicador social y periodista.
“El caso es que nuestro sistema de salud es de lo peor, nefasto, cruel y sanguinario. Me pregunto cómo hace la mayoría de los colombianos que no tiene ingresos suficientes para pagar una consulta con un médico particular o contratar de manera eficaz los servicios de un laboratorio (los exámenes sobrepasan los 300.000)”.
Incluso habló de su esfuerzo para mantenerse y cumplir con los diferentes compromisos como el Hay Festival en Cartagena donde reside.
“La gente se muere esperando. La gente muere aullando para que le asignen una cita. El jueves anterior fui llevado al hospital de Bocagrande en la ambulancia de AMI. He sacado fuerzas del corazón para participar en el Hay Festival y en las I Jornadas de Literaturas Hispanoamericanas llevados a cabo en el patio del Centro de Formación de la Cooperación Española. He bebido agua como un enajenado y la poesía me ha dado la vitalidad para seguir de pie”.
“Sura me asignó hace diez días cita con el internista para el 25 de febrero. Pude haber muerto, eso fue lo que sentí el 15 de enero, pero los médicos de la Clínica Cartagena del Mar (mientras chismoseaban TikTok e Instagram) lograron estabilizarme.
“Todo esto lo cuento para recordarles que la salud en Colombia es una mercancía y que muchos médicos han perdido de manera vergonzosa la humanidad que exige la profesión. Mercachifles, usureros, vendedores. No hay un atisbo de humanidad en la mayoría de las EPS. Y muchos médicos se rindieron ante ese juego”, finalizó el docente.