Tres auxiliares de enfermería, vinculadas a la ESE Hospital San José de Isnos, Huila, bajo nombramiento en provisionalidad, denuncian acoso laboral y persecución por parte de la subgerente Luz Elegni Paiva Sotto. Creen que la situación obedece a conflictos políticos y burocráticos, pues a ellas las dejó vinculadas la anterior gerente. Ni Paiva Sotto ni la gerente respondieron a las quejas.
Johan Eduardo Rojas López
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En un ‘infierno’ se ha convertido el entorno laboral para tres auxiliares de enfermería, vinculadas bajo nombramiento en provisionalidad, desde el mes de marzo en la ESE Hospital San José de Isnos, Huila. La situación se desencadenó desde el mismo instante en el que sus hojas de vida fueron tenidas en cuenta para asumir dichos cargos y se arreció, según ellas, tras la salida de la anterior gerente Ruth Mildred Puentes.
Esto las ha llevado a presentar ansiedad y estrés, además, a sentirse inseguras de su trabajo porque son conscientes que están buscando su salida. Pretenden mediante una tutela y un derecho de petición que se tomen las acciones respectivas para cesar las vulneraciones que exponen. También interpusieron una queja ante la Personería Municipal.
¿Despido arbitrario?
Emma Zoraya Girón Barrios, es una de las tres auxiliares de enfermería que ha alzado su voz por las actuaciones injustas a las que, según ella, se están enfrentando. Su caso ha escalado tanto al punto de que fue despedida sin justa causa y sin una notificación física.
“La gerente y subgerente, el viernes 2 de agosto, me dijeron que yo no hacía parte de la ESE porque mi contrato es ilegal, sin embargo, no se oficializó, por tanto, yo sigo yendo a pesar de que me dicen que no, pero mi abogado dice que después pueden argumentar dejación o abandono del cargo porque no se me ha entregado nada. Todo fue de voz, pero no hay nada oficializado. Para el día sábado encuentro que, al presentarme a trabajar, ya se había dado la orden de no asignarme actividades, de impedir mi ingreso a mi puesto de trabajo, y además me habían eliminado del WhatsApp y correo del hospital, de igual forma se le indicó a una de mis compañeras de trabajo de entenderse conmigo y recopilar toda la información”, sostuvo la denunciante.
Es por esa razón que ha optado por no acercarse a la ESE, sino continuar su trabajo en la zona rural dado que su cargo es de auxiliar extramural. Dijo hablar de acoso laboral y persecución, habida cuenta que, les han hecho la vida imposible y han ‘pisoteado’ sus derechos, con el hecho de no entregarles utensilios de trabajo, no pagarle las horas extras que laboran y hacerlas rotar sin tener en cuenta las funciones que quedaron estipuladas en el documento contractual que se firmó a finales de marzo.
Una angustia constante
“Aparte de eso, una vez la subgerente nos sacó del hospital, argumentando que no hacíamos parte del personal; en ese momento todavía estaba la gerente anterior y ella nos defendió y nos volvió a ingresar. Después de eso, nos tuvo un mes rotando por todo el hospital y puso a mis compañeras en contra de nosotras. No nos querían dar inducción; recuerdo que estuvimos sentadas por mucho tiempo en una oficina amontonadas porque no nos daban indicaciones, solo mencionaba que nos iban a sacar porque no tenemos un contrato legal”, comentó la joven auxiliar de enfermería, quien agregó que, en otra oportunidad se reunieron la saliente gerente y la que entró, junto con unos abogados, y la subgerente aprovechó “para decirle a otra auxiliar: si las sacan a ella, le damos el puesto a usted”.
Considera que todo se trata de un conflicto personal y político entre el alcalde, José Alfredo Muñoz y la exgerente, Ruth Mildred Puentes, quienes “no terminaron en buenos términos y, por eso, nosotros como empleados que ella dejó, nos vemos afectados. Todos dicen que a nosotros no nos quieren porque somos unas infiltradas”.
Ante esto, el llanto es una constante por la angustia que diariamente vive y el ‘ataque’ que recibe, no obstante, solo le queda la tranquilidad de que la exgerente le asegura que todo se hizo en marco de la legalidad y espera que con los procesos judiciales adelantados toda esta situación cese.
“Es falso que compramos el puesto”
Dayan Vanesa Martínez Peña, también fue nombrada el 22 de marzo de este año y, según su testimonio, desde el primer momento han sido víctimas de la subgerente debido a ciertas actitudes que han creado discordia y malestar al interior del establecimiento médico.
“Empezó a rechazarnos y no aceptando que hubiéramos sido nombradas. Ella puso en contra a las demás compañeras de nosotras, nos han hecho bullying y nos han expresado que no deberíamos estar en esos cargos porque según ella, no cumplíamos con los requisitos y fueron nombramientos injustos”, mencionó Martínez Peña, mientras contó que, se acercaron a la Personería Municipal donde expusieron la queja, pero muy a pesar de ellas, tiempo después les informaron que remitían el caso a la oficina de Control Interno de la ESE y “no se sabe nada”.
Sumado a lo anterior, también le han expresado a la gerente en repetidas ocasiones el ‘hostigamiento’ al que se enfrentan constantemente, pero ella ha optado por guardar silencio. Para la auxiliar de enfermería, esta situación cada vez es más insostenible, toda vez que, sus mismos compañeros “envenenados”, han tomado actitudes que afectan el buen ambiente laboral, porque creen que, son infiltradas de la gerencia pasada y que ‘compraron’ esos puestos, algo que hoy, ella desmiente.
“Cuando iniciamos le solicitamos a la subgerente que nos diera el manual de funciones del hospital, pero nunca lo entregó. A una compañera la mandó a Urgencias sin estar afiliadas a ARL, nos hizo trabajar un tiempo así, sin esas medidas, corriendo cualquier tipo de riesgo. Es mucha presión que me ha generado ansiedad y me siento mal. Yo amo mi trabajo, pero me siento insegura; no estoy comiendo ni durmiendo bien. No me siento bien en ir a trabajar, yo lo hago, pero con tristeza e inseguridad”, afirmó otra de las denunciantes.
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“Creo que querían otras personas”
Yuli Fernanda Ortiz Chilito, es la tercera denunciante y bajo la misma línea de sus compañeras, aseguró que es imposible para ellas trabajar con tranquilidad porque a pesar de que saben que en cualquier empleo los errores pueden generar el despido, en esta oportunidad la presión es enorme porque “nos están buscando la caída”.
“Yo creo que ellos querían poner otras personas en esos puestos y no aceptan que nos hayan dado esta oportunidad. Los abogados nos han dicho que tenemos derechos, los cuales desde un inicio se nos irrespetaron como trabajadoras públicas”, enfatizó.
¿Qué pasó con la queja?
En diálogo con LA NACIÓN, Katerin Paola Ortega Cuervo, personera de Isnos, corroboró que, en efecto ellas si pusieron la queja ante el Ministerio Público, la cual posteriormente fue remitida a Control Interno de la ESE, a pesar de que ellos también tenían la posibilidad de realizar la investigación. Los motivos de esta decisión son desconocidos por ella, habida cuenta que, se tomó en cabeza de Eider Morales Vargas, quien para ese momento se desempeñaba como Personero de esa municipalidad.
“La norma a nosotros nos faculta que podemos realizar la investigación o igualmente podemos remitirla a Control Interno de la institución como tal, es decir, al hospital porque ellos son los encargados de tramitar estas quejas y, si se genera alguna incompatibilidad o inhabilidad, debieron haberla remitido, pero hasta el momento no nos la han redireccionado. Yo ingresé hace mes y medio y esa queja se remitió por orden del antiguo Personero y la verdad desconozco el motivo del por qué se tomó esa decisión. Actualmente estamos requiriendo a la ESE para que nos informe de las actuaciones que han realizado con ocasión del proceso disciplinario”, explicó Ortega Cuervo.
Por su parte, el alcalde José Alfredo Muñoz, dijo que sí se enteró de la situación, pero “hay que entender que de fondo no se sabe qué está pasando”. Reconoció que hasta el momento él no ha hablado con las denunciantes directamente.
“Lo que tengo entendido es que se está investigando, pero no he ido a verificar en qué va eso. Vamos a revisar a ver qué está pasando”, precisó el mandatario.
Desde la ESE se guarda silencio
LA NACIÓN se contactó con la gerente, Martha Yineth Lasso Ortiz, quien hasta el cierre de la edición no realizó ningún pronunciamiento oficial.
Por su parte, la subgerente Luz Elegni Paiva Sotto, detalló que “no caería en ese juego” y, por tanto, no daría ninguna entrevista. Sin embargo, alcanzó a informar que durante sus ochos años de trabajo en la entidad de salud no ha recibido ningún tipo de denuncia de esta índole. Expuso, además, que todo es completamente falso y carece de veracidad. De allí que, considera que se trata de una persecución en contra de su persona y, por tanto, será investigado.
¿Y qué dice la exgerente?
La exgerente Ruth Mildred Puentes aseveró que los contratos gozan de legalidad porque todo se hizo de manera transparente, luego de que quedaran los cupos disponibles para esas plazas. Para ella, el hecho de que el caso esté en la oficina de Control Interno que es dependencia de la Gerencia, resulta ilógico debido a que hacen parte de los mismos que las quieren sacar y, por ende, no le ponen cuidado.
“Es falso que sean ilegales. Yo no tengo ningún problema con el Alcalde, pero obviamente se debe a una persecución política porque yo me imagino que si los hubieran nombrado ellos, no habría ningún problema. Yo no tengo nada en contra de eso, yo ya salí y no tengo nada que ver con esas denuncias”, ahondó.