El remezón del gabinete por parte de Rodrigo Villalba confirma lo que es un secreto a voces en el Huila: que su gobierno- a diferencia de su primer mandato- no arranca, no tiene forma ni mayor campo de acción. El Villalba del 2024 luce solo, débil y quizás- como especulan en el Palacio del Mosaico- con una salud que le pasa factura, como ocurre normalmente con muchas personas de su edad.
El Villalba de hoy no es el que conocemos. Y él lo tiene claro. Por eso, quiso empezar por darle un oxígeno a su gobierno en sus primeros ocho meses. Cambió al secretario de Educación, Orlando Parga, quien pasó ocho meses luciendo en sus redes sociales todos los huilenses que desfilaban por su oficina. Se dedicó a estudiar en los últimos años y se convirtió en académico pero, extrañamente, el gobernador lo sacó de un plumazo. Ahí debe haber una historia que no conocemos.
Su reemplazo, Édgar Martín Lara, puede ser peor que el propio Parga. Es más político, ingeniero civil, fue alcalde de San Agustín y su paso por la Secretaría de Gobierno, fue inexistente. Yo ni sabía que estaba sentado en ese trono. Mientras tanto, la seguridad en el Huila, muy bien, mil gracias. Como si fuera poco, el nuevo secretario de Educación no es maestro y, seguramente, desconoce el sector. Villalba copió el modelo de Gustavo Petro: desconocer al gremio docente. Y la Adih callada. Por cierto, ¿ese sindicato jurásico todavía existe?
Villalba hizo bien en nombrar a Juan Carlos Casallas, exalcalde de Yaguará, en la Secretaría de Gobierno. Fue buen mandatario, es inteligente y hace parte de Cambio Radical. Ojalá descentralice sus funciones y salga de su oficina. Un secretario de Gobierno debería despachar desde Algeciras, La Plata, Campoalegre y otros pueblos asediados por los grupos armados. A los huilenses les gusta que los escuchen y los atiendan.
El nombramiento de Jorge Andrés Géchem en la Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo es igual de político que los anteriores. Y confirma lo que todos saben: que buscará vitrina y se lanzará a la Alcaldía de Neiva. O, si lo animan a la Cámara de Representantes y renunciaría en marzo de 2025 para no inhabilitarse. El puesto del saliente, Ricardo Vera, como secretario de Desarrollo Económico y Turismo del Huila, era una pantalla: él es de Géchem y estuvo en el cargo mientras a Jorge Andrés se le acababa la inhabilidad porque no podía saltar de la Asamblea a la Gobernación en menos de un año.
El Gobernador también removió a Sonia Mora de la Secretaría de Hacienda y llevó al cargo a Diana Patricia Sierra Sánchez, garzoneña, villalbista pura sangre. Felipe Victoria también saldrá del Inder. Y lo sucederá Ormalia Vargas, hoy coordinadora de Regalías.
Ojalá este movimiento le permita al Gobernador tener oxígeno y avanzar. Sin embargo, el mandatario se enfrenta con el problema de todos los gobernadores del país: la desconexión de Gustavo Petro con las regiones.
NOTA UNO: En la entrevista de Rodrigo Lara del fin de semana en LA NACIÓN fue duro con Petro y blando con Villalba. De oposición, aún poco. Dice, por ejemplo, que el gabinete es bueno, técnico y trabajador, pero ni al propio Gobernador le gusta su gente porque la está removiendo.