Neiva se transforma en un lienzo vibrante gracias a la espectacular floración de los árboles de ocobo y guayacán, que visten la ciudad de tonalidades rosadas y amarillas. Estos hermosos ejemplares, embellecen la capital opita ofreciendo un espectáculo visual en medio del ajetreo diario.
María Alejandra Ruiz Mallungo
@amperiodista
A inicios de septiembre, la ciudad de Neiva se tiñe de tonalidades rosadas y amarillas debido a la floración de los árboles de ocobo o guayacán que se encuentran en distintas zonas de la ciudad. Estos árboles deleitan a los neivanos en medio de sus ajetreadas labores y afanes diarios, al mezclar sus matices con el azul del cielo y los naranjas de los atardeceres, embelleciendo aún más la capital opita.
Tras la floración de los ocobos, aproximadamente dos semanas después, es necesario alistar las sombrillas, ya que comienzan las lluvias
Los guayacanes son especies arbóreas nativas de Centro y Suramérica. En Colombia, estos ejemplares se caracterizan principalmente por tener una floración amarilla (Tabebuia chrysantha) abundante, mientras que el ocobo o guayacan rosado (Tabebuia rosea), que pertenece a la misma especie, destaca por sus flores rosadas intensas.
Esta floración ocurre en dos períodos del año: a mediados de marzo y a mediados de septiembre, coincidiendo con la transición de la sequía a las lluvias. Esto significa que, tras la floración de los ocobos, aproximadamente dos semanas después, es necesario alistar las sombrillas, ya que comienzan las lluvias, según exponen los expertos en estos hermosos árboles.