A través de estas páginas, se conoció ayer el caso del mega robo al Banco Agrario en el municipio de Saladoblanco, Huila. Aunque ocurrió el 17 de marzo de 2023, se vino a saber por la captura esta semana de cinco personas involucradas en el desfalco.
No se trató de cualquier monto. Fueron más de $2.800 millones robados a la entidad bancaria estatal, a través de 7 transacciones, 6 de ellas con cheques de gerencia y un pago por ventanilla. El retiro del dinero, según las investigaciones de las autoridades, se llevó a cabo en los municipios huilenses de Saladoblanco, Rivera, Hobo y Neiva, y en las poblaciones tolimenses de Natagaima, Purificación, Saldaña y Prado.
A partir de los resultados de las investigaciones lideradas por la Dijin de la Policía, se descubrió que el mega robo fue planeado en las oficinas del Banco Agrario en Saladoblanco y que en él, participaron 7 personas, entre ellas funcionarios de la misma entidad.
Las pruebas electrónicas, técnicas y documentales llevaron a los investigadores policiales a dejar en evidencia que el gerente Juan Pablo Majé y su homólogo, quien huye, habría facilitado el pago de los $2.800 millones. “Firmaron 6 cheques de gerencia por un valor total de $1.900 millones y autorizaron un pago en ventanilla por $900 millones”.
Los vinculados deberán responder por los delitos de acceso abusivo a un sistema informático, daño informático y peculado por apropiación.
Si bien la justicia tardó más de un año en investigar esta defraudación y poner a buen recaudo a los presuntos responsables, sorprende bastante que el Banco Agrario carezca de suficientes controles para evitar esta clase de robos multimillonarios. No es posible que semejante cantidad de dinero haya sido retirada fácilmente en pocas horas con el aval de dos funcionarios de una pequeña sucursal en un pueblo del sur del Huila. Es clave que las investigaciones no paren y que las internas y disciplinarias escalen mucho más.
El Banco Agrario maneja recursos del Estado y es necesario que se adopten los dispositivos para evitar hechos de corrupción.