El día del cine, que se celebra hoy 13 de septiembre, además de ser una ocasión perfecta y económica para compartir en familia; debido a que la boletería en los más importantes cines del país tiene un costo de 6.000 pesos, es una oportunidad para impactar de manera positiva las finanzas de la industria del entretenimiento la cual aporta un significativo impulso al sector servicios, que tantos empleos genera.
Un día perfecto para cambiar el peliculón que nos tocó ver a todos los colombianos con el desgobierno que a punta de pan y circo, todos los días nos regala un nuevo episodio que ojalá pudiéramos cambiar como en el cine, solo pasando a otra sala.
Aplaudo esta iniciativa de carácter privado que ayuda a la economía de un país que hoy se enfrenta a una reforma laboral despiadada la cual precisamente, ataca este tipo de proyectos que generan empleos de manera parcial o permanente.
Una reforma “laboral” que pone en riesgo a esa tasa de desocupación del 9,9% a nivel nacional que, como lo dio a conocer el DANE con corte de Julio de 2024, deterioraría, aún más, las oportunidades de empleo que tanto reclama la nación.
Lo anterior, a causa del sobrecosto laboral que tendría que asumir la empresa privada como núcleo de desarrollo de cualquier país y, como resultado de las modificaciones en la contratación, entre otras, se afectaría la generación de empleo de manera directa puesto que la respuesta frente a la diversidad de necesidades que mejoran la calidad de vida de los colombianos, estaría supeditada a una carga injustificada de impuestos que evitaría que esta continuara, mediante la venta de sus productos o servicios, reactivando la economía.
El sector privado como mayor generador de empleo en un mercado laboral cambiante, lo único que debe recibir del Estado, son incentivos que promuevan la responsabilidad social empresarial, un trato cordial, cercano y saludable sin dejar de lado, el fomento de la inversión privada y del mismo modo, garantías para el buen desarrollo de sus actividades. No obstante, cuando así lo requiera, sanciones técnicas y justificadas siempre en el marco de una normativa clara, pero sobre todo, transparente.
Desde el Congreso de la República, defendemos los intereses de un país que necesita reactivarse.
La invitación, es a los gremios, pequeños y grandes empresarios a acompañarnos en esta lucha que no podemos perder; si bien, Petro y sus secuaces quieren hacer de esta reforma una película; que podría llamarse ‘El Petroceso’.