Por cuenta de la política de ‘Paz total’ del Gobierno de Gustavo Petro, el país cuenta desde esta semana con una nueva mesa de diálogos, esta vez con los Comuneros del Sur, la disidencia del Ejército de Liberación Nacional, Eln, guerrilla con la que hay otra mesa de diálogos.
El equipo negociador del Gobierno ante los Comuneros del Sur, grupo que tiene presencia en el departamento de Nariño, estará encabezado por Carlos Augusto Erazo, quien fue el comandante del presidente Petro como miembro de la extinta guerrilla del M-19. Los demás miembros de la delegación serán la excongresista Ángela María Robledo; Andrei Gómez Suárez, experto en reconciliación; Clemencia Carabalí, primera consejera presidencial de Petro para la equidad de la Mujer; y Pablo Pardo, el director Fondo de Programas Especiales para La Paz de la Presidencia.
Vale la pena recordar que los problemas al interior del Eln surgieron desde comienzos desde este año, llevando a que un bloque de esta guerrilla con presencia en Nariño decidiera separarse del grupo liderado por alias ‘Antonio García’, con el que el Gobierno Petro ha venido negociando desde hace dos años. Esa escisión generó, obviamente, resquemores en los cabecillas de la guerrilla, al punto que alias ‘Pablo Beltrán’ ofreció una declaración pública denunciando que “Llevamos ocho meses rogándoles que dejen de darle aliento a un grupo en el sur del país, en Nariño, y dejen de tratarlo como si fueran dos Eln: el que nosotros representamos y ese de allá, frente Comuneros del Sur. Le explicamos eso al Gobierno, pero no hicieron caso. Han promovido una desarticulación”.
Sabiendo que las otras mesas de diálogo no registran mayores resultados y que estas lo que han representado, en algunos casos, es la intensificación de la guerra, el Gobierno Petro tiene el reto de negociar con diques definidos. A estas alturas y con todo lo que está ocurriendo es evitar que Comuneros del Sur termine ‘oxigenándose’ y extendiéndose a otras regiones del país.