La Nación
Juan David Huertas Ramos
COLUMNISTAS OPINIÓN

¡La economía va mal!

La economía va mal, y puede empeorar. Pues, a pesar de que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) para julio de 2024 fuera de 0.20% según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la reducción del IPC no puede entenderse, por sí sola, como la prueba irrefutable de la recuperación económica del país. Pues, la economía nos advierte que otros aspectos negativos han venido ocurriendo.

Es el caso del manejo de la economía colombiana que se ve gravemente cuestionado por el Índice de Miseria (Okun, 1970) que analiza el incremento de la inflación y del desempleo de forma conjunta, ya que, a la luz de los datos ofrecidos por el Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales (CAPLES) de la Pontificia Universidad Católica de Chile, el contraste entre el Índice de Miseria antes de Petro (16. 2%) y durante su administración (21.6%) es poco alentador, cuando menos. Cabe aclarar que los datos analizados incluyen pandemia, por supuesto. Sin embargo, el deterioro más llamativo del índice de miseria para Colombia ocurrió en el segundo trimestre de 2020, siendo de 23.9%. Cifra sólo comparable con la del primer trimestre de 2023, cuando el índice llegó a 23.8%. Es decir, que bajo el gobierno Petro-Márquez, se alcanzó un nivel de miseria comparable al reportado en pandemia, según el índice mencionado.

Ahora bien, además del pobre desempeño del país en materia del índice de miseria, debemos revisar el comportamiento de la dinámica empresarial, a través del Índice de Seguimiento a la Economía (ISE), que proporciona el DANE con corte a junio 2024.

Así las cosas y según datos del DANE, se advierte una clara tendencia negativa de la tasa de crecimiento del ISE entre junio 2022 y junio 2024, ya que la dinámica empresarial ha sido deteriorada. De hecho, se destacan 5 caídas a terrenos negativos de la tasa de crecimiento del ISE; noviembre 2022, abril y septiembre 2023, y marzo y junio 2024. A la luz de los datos históricos, puede esperarse que para el último trimestre de 2024 el ISE mejore dado el efecto positivo que la navidad y las vacaciones de fin de año generan en la piscología del país, es decir, de la economía, pues, el seguimiento del ISE en 2021, 2022 y 2023, así lo confirman.

Esperemos, simplemente que ese deseo de prosperidad y buen devenir para 2025 no sea oscurecido por una reforma tributaria o ley de financiamiento que, de forma deshonesta e ilógica, es defendida mediáticamente por el ejecutivo asegurando que su espíritu es la reducción de impuestos, pero justificando soterradamente su necesidad en el financiamiento del desbalance de ingresos públicos, cuyo elemento clave es el tributario, por supuesto. Entonces, de materializarse la amenaza de una nueva reforma tributaria de Petro, entendida en el marco de la violación de la regla fiscal, y motivada por el frenesí del gasto público con fines electoreros, el desempeño de la economía colombiana será desastroso para 2025.