La intensa sequía, el calor que durante las últimas semanas se ha intensificado y los abrasadores incendios forestales han hecho que los neivanos miren con preocupación los bajos niveles que registra a su paso por la ciudad el río Las Ceibas, abastecedor del acueducto municipal.
Varias publicaciones mostrando el bajo caudal del afluente madre de la región se han replicado una y otra vez en las redes sociales. Esto llevó a que un equipo técnico de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena, CAM, realizara mediciones en la cuenca de Las Ceibas con el fin de determinar la disponibilidad del recurso hídrico. Y de acuerdo a los resultados de los aforos, el río cuenta con la cantidad del recurso hídrico necesario para cumplir con los requerimientos del caudal concesionado para la ciudad de Neiva, que equivale a 1.700 litros por segundo.
Sin embargo, este aliciente panorama no es lo mismo en otras regiones del Huila en donde algunas fuentes ya registran caudales mínimos que ponen en riesgo el abastecimiento de poblaciones. La misma CAM ha reconocido problemas de desabastecimiento en Nátaga, Paicol y Tesalia, en el occidente del departamento. En este último municipio, por ejemplo, se ha presentado una disminución del caudal de las tres fuentes abastecedoras, una de las cuales (San Benito) ya no presenta caudal y las dos restantes (Limones y Bombón) tienen caudal inferior a tres litros por segundo.
Más allá de las rogativas que se hacen para que llegue con prontitud la próxima temporada de lluvias, los huilenses debemos pasar a las acciones (zanahoria y garrote) en el uso eficiente del agua en Neiva y los pueblos del departamento. También es urgente que haya una conciencia colectiva en torno a la protección de las cuencas abastecedoras. Y los llamados a liderar este tipo de planes son los alcaldes municipales.