La sentencia judicial que ordena el cierra de las termales de Rivera ha generado diversas reacciones que van desde el rechazo por el impacto económico que generará la clausura de la principal fuente de ingresos a este municipio, hasta la preocupación del gobierno local y departamental por las soluciones que deben tomar para enfrentar las graves consecuencias.
La reciente sentencia del Tribunal Administrativo del Huila ordenó el cierre y la remoción de la infraestructura turística en las zonas de ronda y dispuso procesos sancionatorios, condenó a los operadores por daños ambientales y pidió a la Fiscalía que inicie las investigaciones por estos hechos.
A pesar de la inconformidad con el fallo por parte de los habitantes del municipio de Rivera, principalmente del sector turístico por las fuertes repercusiones que se empiezan a sentir, la decisión judicial indiscutiblemente se debe acatar.
Todos los fallos judiciales generan algún tipo de consecuencias, tanto directas como indirectas, ya sea sobre las personas involucradas en el caso, así como sobre ciertos sectores o en último caso sobre la sociedad en general. Este impacto puede manifestarse en diferentes esferas como lo económico y social.
Si bien en el presente caso, la decisión tendrá fuertes repercusiones económicas que se reflejarán en la afectación de los ingresos de muchas familias que dependen del turismo, la sentencia busca la protección de los derechos colectivos de quienes acuden a este lugar, debido al inminente riesgo de avalanchas como la ocurrida en 2010.
A este punto se llegó debido a la ineficiencia en los controles ambientales que están a cargo de la Corporación Autónoma Regional del Alto Magdalena CAM y a la falta de vigilancia sobre las construcciones que debió realizar la alcaldía de Rivera.
El impacto de las providencias judiciales es inevitable, ya que ellas moldean el funcionamiento del derecho y la sociedad. Sin embargo, mediante herramientas como la gradualidad, la claridad en los efectos y la colaboración entre las instituciones, es posible morigerar las consecuencias negativas o desproporcionadas de dichas decisiones.