El fantasma de la reelección

Aparece nuevamente en el ambiente político la idea de presentar ante el Congreso un proyecto que abre la posibilidad de la reelección para el Presidente, alcaldes y gobernadores. No es la primera vez que suena la iniciativa, ya la vivimos con los expresidentes Uribe y Santos. La propuesta iría impulsada por el partido del actual gobierno, buscando la posibilidad de reelección inmediata para el próximo periodo de mandatarios.

Si bien es cierto que cuatro años son muy poco para que un proyecto político de un gobernante culmine una verdadera transformación, en Colombia, en donde han existido serios hallazgos de corrupción, resulta contraproducente someter nuevamente la democracia nuestra a una carrera llena obstáculos, dado el poder que tiene el que gobierna y su injerencia en el proceso que busca su favorecimiento, como el desvío de recursos a favor de una campaña, la cooptación y el mal manejo de los entes de control a favor de los afines a la campaña del mandatario, la deliberada y abierta campaña política de funcionarios públicos; en fin un proceso que podría resultar en una mayor concentración de poder y desequilibrio en los pesos y contrapesos necesarios de una democracia débil como la nuestra.

Ya lo vivimos con las reelecciones de Uribe y Santos, en donde se observó el poder que implica poner todo un Estado a su favor. Ya es suficiente con los clanes que dominan las regiones, en donde ganarles limpiamente unas elecciones resulta una tarea bastante compleja y a veces  imposible, como para facilitarles aún mucho más la perpetuidad en el poder.

Sería más importante fortalecer los partidos políticos, como proyectos que defiendan ideas y visión de transformación en el largo plazo, y no proyectos individuales que solo favorecen la aparición de líderes mesiánicos, que se creen irremplazables y con ello justifican la necesidad de prolongar su poder.

Por esta y muchas otras razones no es favorable volver a tocar el tema de la reelección en Colombia. Tal vez el día que tengamos una democracia muchos más robusta, en donde se garantice que la justicia obre libremente, en donde se combata los males que vivimos como la compra de votos, la corrupción electoral, el constreñimiento al elector y el hecho de poner todo el aparato estatal a favor de un candidato, podremos pensar el reelegir mandatarios. Pero todavía falta mucho para que llegue ese momento, mientras tanto, se debe continuar educando en democracia a las nuevas generaciones, para que entiendan de manera responsable la importancia de participar y elegir bien.

Adenda: Esperamos que en el debate de control político que se adelantará hoy en la Asamblea Departamental del Huila se den respuestas y soluciones concretas a la compra de seis carrotanques que se adquirieron hace casi un año por parte de la Gobernación del Huila, los cuales beneficiarían a seis municipios afectados en la atención de incendios forestales, y que pese a haber sido adquiridos en el marco de una calamidad pública, aún hoy no han sido entregados. Triste realidad ante tanta ineficiencia que termina por convertirse en corrupción.

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