Delgado, pero en buenas condiciones generales de salud regresó al seno de su hogar Álvaro Losada, tras estar más de un mes en cautiverio. El hermano de la exalcaldesa de El Agrado, Waldina Losada, fue liberado por las disidencias de las Farc, gracias a la mediación de la guardia indígena y de algunos miembros de la iglesia. “No pagamos un solo peso”, mencionó la exfuncionaria pública.
Como si fuera un milagro arribó caminando a su casa, Álvaro Losada, tras estar 39 días enclaustrado en la densa selva del Cauca.
Su presencia disparó la alegría de su familia que a gritos pedía su liberación. Por más de un mes estuvieron sumidos en la angustia orando a Dios, para que este día llegara.
Fin de la zozobra
Afortunadamente ayer se cumplió ese anhelado deseo de tenerlo en casa. Así lo confirmó su hermana Waldina Losada, exalcaldesa del municipio de El Agrado. El caficultor perdió un poco de peso, pero está bien psicológicamente.
“Llegó un poco delgado, lo normal por su estrés del secuestro, pero gracias a Dios, está bien de salud, está feliz poque el hecho de estar secuestrado por unas personas al margen de la ley, eso genera miedo, angustia, dolor e incertidumbre”, precisó Waldina.
De esta liberación La Nación, conoció que se dio en horas de la mañana, sin embargo, solo hasta las 3:00 de la tarde llegó a su hogar en el municipio de El Agrado. Sus captores lo trajeron hasta una vía en donde posteriormente lo dejaron para que él por sus propios medios retornara a su vivienda.
Pese a que se encontraba retenido en contra de su voluntad los secuestradores nunca le hicieron daño físicamente. Además, todos los días era trasladado de sitio para perderle el rastro a las autoridades y al enemigo.
“Él dice que el trato de ellos fue bueno, que lógicamente lo tenían encerrado, además lo cambiaban mucho de un lugar a otro por la misma persecución de la Fuerza Pública y de otros grupos al margen de la ley que están en conflicto con ellos mismos”, añadió la exalcaldesa.
Álvaro, en realidad nunca supo en que zonas estuvo inmerso. “Él no sabía para donde lo llevaban y pues tampoco conocía el territorio o esos sectores, entonces era difícil identificar dónde lo tenían”, dijo la exfuncionaria.
Su libertad no se dio precisamente porque su familia haya accedido al pago de una extorsión como inicialmente se hablaba, sino que fue gracias a la mediación de la guardia indígena e incluso de algunos miembros de la iglesia, así lo explicó su hermana.
Sus ángeles
“La guardia indígena fue intermediaria, la iglesia también fue intermediaria, las oraciones de todos, porque por encima de Dios no hay nada, él nos puso muchos ángeles en el camino y a través de esas personas nos ayudaron a intermediar”, mencionó Waldina.
La mujer recordó que su hermano ha sido una persona muy trabajadora que ha construido lo que tiene con mucho esfuerzo. “Álvaro es una persona trabajadora, no es una persona adinerada, para decir que lo secuestraron por plata. Él ha trabajado toda su vida y no se ha enriquecido de la noche a la mañana”, aclaró.
Álvaro Losada, es un reconocido agricultor que tiene su finca cafetera en El Pital y la trabaja con mucho empeño. Fue precisamente el pasado 22 de agosto que, realizando una diligencia relacionada con su actividad agrícola, lo secuestraron en la vereda Los Alpes, junto con otras dos personas, que posteriormente fueron dejadas en libertad.
El plagio ocurrió hacia las 8:30 de la mañana, cuando Álvaro, se encontraba con Jairo Rojas Oviedo, de 44 años y un menor de 15 años, desvarando su vehículo que había presentado una falla mecánica al momento de salir de su finca Rauzan, en zona rural del municipio de El Pital, en el occidente del Huila.
Los tres fueron interceptados por hombres armados que los obligaron a abordar un montero Mitsubishi, color blanco, de placa MAR-161, llevándoselos con rumbo a la vereda San Andrés, entre los municipios de Paicol y La Plata.
El Gaula del Ejército, identificó que detrás de este suceso estuvo involucrado el grupo de disidentes del frente ‘Hernando González Acosta’, del bloque central, ‘Isaías Pardo’, comandado por Néstor Gregorio Vera Fernández, alias ‘Iván Mordisco’, quienes delinquen en el occidente huilense y una amplia zona del departamento del Cauca.
El mismo día la presión de las autoridades llevó a los delincuentes a dejar abandonados en el camino a Rojas Oviedo y el menor de edad. Posteriormente en desarrollo de los operativos de búsqueda, los soldados recibieron información relacionada con un campero en el que se habían llevado a las víctimas.
En el vehículo se transportaban Cristian Camilo Soltarte Buitrón, de 28 años de edad; Abner Edecio Inseca Copaque, de 26 años de edad, y Hugo Fernando Bolaños Niño, de 33 años de edad, a quienes les hallaron en su poder una pistola y equipos de comunicación.
Estas personas fueron judicializadas por los delitos de secuestro simple, fabricación, tráfico, porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones, hurto calificado agravado y receptación. Luego de surtirse las audiencias el juez penal municipal con funciones de control de garantías ordenó la medida de aseguramiento a los tres indiciados.
Pese a que atraparon a los presuntos raptores, los Gaulas Militar y de Policía, no dieron con la ubicación de la víctima. “A nosotros nunca nos llamaron a pedir un solo peso, a ninguno de la familia. Lo que pasa es que el Ejército identificó las disidencias que lo tenían y de ahí empezamos a buscar intermediarios para que nos colaboraran con su liberación”, puntualizó Losada Vega.
No pagaron un peso
La exalcaldesa descartó el pago de exigencias económicas a cambio de su liberación. “Nosotros no pagamos ni un solo peso porque Álvaro, siempre insistió en que el único sustento es su finca y que en toda la familia ninguno tiene plata, que él era un agricultor que vivía de la finca cafetera y que ha conseguido lo que tiene gracias al trabajo del campo”.
Waldina, finalizó reconociendo cada esfuerzo de quienes la apoyaron en este duro proceso por el que atravesó su familia. “A todas las personas que hicieron posible, a todas las personas que oraron, muchas gracias a cada uno que se solidarizó con la familia, a los que nos brindaron su apoyo, su cariño incondicional, a los que nos llamaban, para ellos toda nuestra gratitud y por encima de todo el mundo Dios, que es el que hoy nos lo tiene aquí en la casa”.