Un aditivo para carburantes figuraba en el gel de las prótesis mamarias defectuosas de la empresa francesa PIP, en el centro de un escándalo mundial, reveló la radio RTL, mientras los abogados de las víctimas pedían más análisis a la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria. Un aditivo para carburantes figuraba en el gel de las prótesis mamarias defectuosas de la empresa francesa PIP, en el centro de un escándalo mundial, reveló la radio RTL, mientras los abogados de las víctimas pedían más análisis a la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria. MARSELLA (AFP) – El escándalo por los implantes mamarios defectuosos de una empresa francesa, que afecta a millares de mujeres en varios países, se intensificó, tras revelaciones de que las prótesis mamarias contenían un aditivo para carburantes. Según la emisora RTL, las prótesis de Poly Implant Prothèse (PIP) contenían una mezcla de productos encargados a grandes grupos de química industrial que jamás fueron objeto de ensayos clínicos en cuanto a su eventual nocividad para el organismo humano. Entre esos productos había un aditivo para carburantes, Baysilone, así como Silopren y Rhodorsil, utilizados en la industria del caucho. Aparentemente, dichos productos provocaron la ruptura de estos implantes, indicó la emisora. Estas revelaciones “carecen de sentido”, reaccionó el abogado de Jean-Claude Mas, el fundador de PIP, quien se reunió durante tres horas con miembros de la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de Productos de Salud (AFSSAPS). Mas podría participar en una rueda de prensa por primera vez esta semana. El gel estaba constituido “de productos alimentarios, utilizados en la composición de productos de belleza”, añadió el abogado. Unas 30.000 mujeres en Francia se sometieron a implantes de prótesis mamarias de la marca PIP, una empresa que, hasta su quiebra a inicios de 2010, exportó ese producto a más de 60 países, directamente o por intermediarios. Estas prótesis también han sido vendidas en el extranjero con otra marca, como los M-Implants difundidos por la sociedad Rofil, con sede en Holanda. Entre 400.000 y 500.000 mujeres habrían recibido ese tipo de implante en el mundo. Buena parte de la producción fue exportada a países de América Latina (especialmente Venezuela, Brasil, Colombia y Argentina): el 58% de las ventas en 2007 y el 50% en 2009. Entre los mercados predilectos de PIP, figuraban Europa occidental (27 a 28% de las ventas) y América del Sur, con más de 58% de las ventas en 2007 (50% en 2009). La empresa Rofil, que también quebró, difundió sus implantes entre otros países a Holanda y Colombia, según AFSSAPS. En Brasil, se comercializaron 24.534 implantes PIP, según la agencia sanitaria del país Anvisa, y 15.000 en Colombia. Brasil canceló el registro sanitario de las prótesis de esta empresa, cuya comercialización estaba suspendida desde 2010. Ecuador anunció asimismo que suspendía el registro sanitario de las prótesis fabricadas por PIP, medida que supone la prohibición de la comercialización de los implantes. La sanidad pública de Venezuela, donde se realizan unas 40.000 mamoplastias de aumento de busto al año, anunció que retirará gratuitamente a las mujeres que lo soliciten los implantes mamarios de PIP. Más análisis Tras las revelaciones de que la prótesis contenía un aditivo para carburantes los abogados de las víctimas pidieron más análisis a la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria. “No se podía pensar que el gel pudiera contener un aditivo para carburantes. Es por eso que se piden análisis de prótesis tomados directamente en las pacientes”, agregó uno de los abogados de las demandantes, Philippe Courtois. Según esta fuente, los análisis de la (AFSSAPS) sólo se hicieron en prótesis incautadas en un allanamiento en la empresa PIP en marzo de 2010. De acuerdo con Philippe Courtois, también se deberían hacer análisis en el extranjero, después de la revelación en la prensa británica de una tasa de ruptura de las prótesis PIP mucho más elevado en Gran Bretaña. “Es posible que la mezcla variase según los envíos”, dijo el abogado. El Gobierno francés recomendó poco antes de Navidad retirar “a título preventivo” los implantes mamarios de marca PIP de unas 30.000 mujeres, aunque aclaró que no hay pruebas de que esas prótesis aumentaran el riesgo de cáncer. Hasta fines de diciembre, se habían reportado en Francia 20 casos de cáncer en mujeres con implantes mamarios de PIP, indicó la agencia de productos sanitarios AFSSAPS, que precisó no obstante “que no se ha establecido por el momento que estos casos de cáncer sean imputables a los implantes PIP”.