La Nación
Rescatando a Villamil 1 17 octubre, 2024
COLUMNISTAS OPINIÓN

Rescatando a Villamil

Millones en el mundo vimos entre sufrimiento y angustia la perturbadora película de Steven Spielberg  “Rescatando al soldado Ryan” ambientada en la invasión aliada a Normandía durante la Segunda Guerra Mundial, sobretodo en sus dramáticos 27 primeros minutos, sobre el desembarco  en la «playa de Omaha» en 1944.

Este ícono de la cinematografía bélica mundial inspirado en la realidad de dos hijos de una viuda estadounidense, filmado con la participación de exmilitares irlandeses ganó numerosos premios en diferentes categorías.

Sin pretender esas hollywoodescas dimensiones por obvias razones, a lo largo de la carretera de Neiva a Vegalarga los campesinos están aliados para rescatar también, la memoria de nuestro “Compositor de las Américas” Jorge Augusto Villamil Cordovez, nacido en esas breñas cafeteras bañadas por el río Fortalecillas y quebradas que lo arrullaron en sinfonía con el canto y el colorido de centenares, miles, de pajaritos amén del mugido del ganado de la Hacienda del Cedral.

El proyecto turístico rural que busca rescatar a nuestro cantor ya está engendrado y se denomina ‘Sendero Villamil’ en el que un colectivo campesino de la zona se atrevió a abrir las puertas de sus corazones y parcelas para compartir la riqueza gastronómica, cultural y natural que brota a borbotones en cada rincón territorial arropado por el agradable clima de la zona a solo 35 minutos de Neiva por una carretera en muy buenas condiciones para cualquier tipo de vehículos.

Desde la entrada al primer poblado, San Antonio de Anaconia, luego de un recorrido entre aromas de bosque y panoramas paradisíacos el viajero encuentra cada finca convertida en restaurante, tienda de galguerías y colaciones como cucas, panderos, mojicones, decenas de preparaciones o alojamiento donde lo reciben con aguapanelas de caña gorobeta tocadas con buena dosis de limón, o mistelas preparadas con su fórmula tradicional de mejorana, canela, anis y otros secretos.

Un suculento desayuno campesino guarnecido por chocolate, queso y biscochos de la casa o un buen plato de asado huilense preparado con el amor y el primor del campo y las exigencias de la tradición son parte de la joyería gastronómica.

Miradores reforzados con resistente tubería petrolera cubiertos de yaripa permiten extasiarse contemplando hasta donde la vista alcanza la inmensidad y la belleza del horizonte bordado con la inimaginable variedad colorida de los llanos y montañas.

Allí las fincas se llaman, El Barcino, La Mistela, Espumas, La Vaquería, para solo mencionar algunas de las canciones de Villamil estampadas en portales y murales a lo largo del recorrido que remata arriba de Vegalarga en La Hacienda del Cedral donde meció su cuna y se lanzó el primer grito después convertido en música el genio que mis paisanos vegalargunos están rescatando. Villamil los espera.