La construcción de la Agenda Interna de Productividad y Competitividad del Huila permitió conocer e interactuar con líderes que apasionadamente defendían los proyectos regionales, sin lugar a duda Luis Carlos Anaya Toro fue uno de ellos, siempre aplicado por el desarrollo del suroccidente del departamento e incluso por la región central.
Para destacar el apoyo que como Asesor de Despacho le brindó al municipio de Nátaga impulsando su organización turística desde la construcción de las herramientas de planeación, especialmente el Plan Municipal Sectorial de Turismo enfocado en su desarrollo como destino de peregrinaciones al santuario de La Virgen de Las Mercedes, logro alcanzado gracias al consagrado trabajo de Edna Magaly Alvares Serrato quien para la época fungía como Alcaldesa. Conocimiento y experiencia que luego aplicó a su amado terruño, Luis Carlos luchó con entereza hasta lograr la articulación del occidente huilense al Programa Ampliación de Cobertura de la Ruta Magica del Café, consolidando el circuito de San Andrés como un piloto a seguir tanto en la región como en el Departamento, ejemplo que fortaleció el circuito cacaotero de Paicol y el relacionamiento con la zona del Vegón de su vecino municipio El Pital.
Otra batalla que queda en la memoria es el reinicio de la investigación científica y aplicada de los vestigios arqueológicos de Agua Bonita, pero, especialmente el reconocimiento del Polígono Arqueológico de la Cultura Agustiniana integrando el municipio de La Plata con sus pares San Agustín, Isnos, Oporapa, La Argentina e Inzá, tal vez el polo de desarrollo turístico más importante del suroccidente huilense, pero, lastimosamente el más rezagado de todos. Otro de sus pilares fue la educación turística, logró la construcción del Microcontexto Turístico de La Plata como soporte para la inserción del turismo en el PEI municipal, eje temático que permite adoptar el servicio social en turismo y el programa de articulación a la Media Técnica en el conocimiento de los diferentes eslabones de la cadena productiva del turismo, una semilla que requiere abono permanente para lograr hacer de La Plata un destino sostenible y competitivo, seguramente será el mayor homenaje que se le puede brindar a Luis Carlos Anaya Toro.
Las adversidades no minaron su entusiasmo, la destrucción del Edifico Municipal lo consagró como un gestor eficiente, la sinergia creada con los dirigentes regionales y nacionales hizo posible la asignación del presupuesto requerido para la reconstrucción de la sede de la Administración Municipal que actualmente lleva su nombre, animando a transeúntes y nativos a conocer el perfil biográfico de un hombre incansable y generoso con sus comunidades sin importar su condición social, credo, ni la afinidad política. Mi sentido homenaje a Luis Carlos Anaya Toro, ejemplo de liderazgo para la nueva cosecha de jóvenes plateños.