El bloque central ‘Isaías Pardo’, comandado por alias ‘Iván Mordisco’, tiene atemorizados a autoridades civiles, líderes comunales y comunidad en los municipios del occidente del Huila. Asesinatos, secuestros, reclutamiento de menores y extorsiones, han sido perpetrados por los dos frentes del bloque disidente. Congresistas huilenses pidieron al Gobierno Nacional y Ejército crear e instalar un batallón de alta en la región “que permita contener el accionar criminal”.
Rafael Rodríguez C.
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La arremetida de las disidencias de las Farc que ha generado zozobra y temor no solo en la ciudadanía sino las autoridades administrativas en municipios del occidente del Huila, ha hecho que congresistas huilenses pidan al Gobierno Nacional la creación e instalación de un batallón de alta montaña en la región.
Y es que en los diez meses que han transcurrido del año, el bloque central ‘Isaías Pardo’, comandado por Néstor Gregorio Vera, alias ‘Iván Mordisco’, ha perpetrado asesinatos, secuestros, reclutamiento forzado de menores, extorsiones, retenes en vías y hasta hostigamientos a las estaciones de Policía.
Este panorama lo han estado viviendo de los habitantes de los municipios de Nátaga, Tesalia, La Plata y La Argentina, por obra de los frentes ‘Ismael Ruiz’, liderado por alias ‘Libardo González’, ‘Hernando González Acosta’, bajo las órdenes de alias ‘Sebastián’.
“Estos municipios se encuentran ubicados en el occidente del Huila, en límites con el departamento del Cauca, y han sido un territorio con una presencia significativa de disidencias que han deteriorado notablemente la seguridad en esta región del país”, señalaron ayer en una carta el senador, Carlos Julio González Villa y los representantes a la Cámara, Julio César Triana Quintero, Flora Perdomo Andrade y Luz Ayda Pastrana Loaiza.
En la misiva, los congresistas les solicitan al ministro de Defensa, Iván Velásquez Gómez, y el comandante del Ejército, Luis Emilio Cardozo Santamaría, la creación de Batallón de Alta Montaña Número 11 en el occidente del departamento del Huila. “Estaría ubicado estratégicamente con el fin de frenar el accionar de las organizaciones criminales en esta área”, manifestaron los dirigentes políticos.
Recordaron que el Huila ya cuenta desde el año 2013 con el Batallón de Alta Montaña número 9 en el municipio de Algeciras, en límites con Caquetá, que ayudo a frenar el accionar de la extinta columna móvil ‘Teófilo Forero Castro’ de las Farc. “Este batallón ha sido efectivo para contener el despliegue de organizaciones criminales entre el Huila y Caquetá, y es referente ejemplar para enfrentar la crisis de inseguridad en el occidente del departamento del Huila”.
Los congresistas pidieron a los altos funcionarios adelantar las gestiones para la formación de la unidad militar en la zona. “Solicitamos formalmente al Ministerio de Defensa y al Ejército Nacional de Colombia, iniciar las actuaciones administrativas y presupuestales para la creación del Batallón de Alta Montaña No. 11…”.
Un año de terror y zozobra
Los frentes ‘Ismael Ruiz’ y ‘Hernando González Acosta’, comenzaron a sembrar el terror y la zozobra en las comunidades del occidente huilense con el asesinato de los esposos Rubén Darío Castro y su esposa Adela Chirlo Pardo, el 17 de febrero de 2024.
La pareja se movilizaba en motocicleta por el sector del kilómetro 17, en la carretera que del casco urbano del municipio de La Plata conduce al sitio conocido como el Santuario de la Virgen de Aránzazu, cuando hombres armados les dispararon por no detener el vehículo en el retén que habían instalado.
El 15 de mayo la comunera Sandra Lorena Anacona, quien pertenecía al resguardo Canoas, de Santander de Quilichao, fue asesinada en la vereda Bajo Patico distante a 45 minutos del casco urbano de La Plata en la vía que conduce a la población caucana de Inza.
Ese día, una fuente de la Región Dos de la Policía manifestó que el cuerpo de la líder indígena presenta 17 impactos de arma de fuego y tenía amarradas las manos. “La víctima había puesto en conocimientos de las autoridades varias amenazas por parte de grupos armados”, señaló la fuente.
Tres meses después, el pasado 2 de agosto, fue ultimado Edgar Eduardo Victoria Segura, docente y artista, oriundo del municipio de El Agrado.
Las investigaciones y declaraciones de testigos, señalaron que el vehículo en el que se transportaba el docente, egresado del programa de Licenciatura en Matemáticas de la Universidad Surcolombiana, fue emboscado en el puente de la vereda Ricaurte, en la vía que comunica a Benalcázar con La Plata.
En el vehículo iban dos profesores más y una menor de edad, quienes salieron ilesos, y trasladaron al Hospital Departamental San Antonio de Padua, en la población plateña, en donde a pesar de los esfuerzos del personal médico, falleció.
El 22 de agosto en la vereda Los Alpes, en el municipio de El Pital, fue secuestrado Álvaro Losada, junto con dos personas más. La rápida de soldados del Batallón Cacique Pigoanza, permitió la liberación de dos de los plagiados. Los disidentes lograron llevarse Losada Vega, hermano de la exalcaldesa de El Agrado, Waldina Losada.
Losada fue liberado el 30 de septiembre, en la vereda Panorama, en la vía que de La Plata conduce a la población caucana de Inzá.
Días después, el 11 de septiembre, fue secuestrada la joven comerciante Ángela Valentina Gómez Campos, cuando salía de la finca que había tomado en arriendo para desarrollar su proyecto piscícola financiado por el Fondo Emprender del Sena.
El plagio se registró en el sector conocido como vía Museñas. Allí fue interceptada cuando se movilizaba en su vehículo Kia, por los disidentes.
Ángela, de 27 años, fue liberada el 11 de octubre, en el corregimiento Río Chiquito, en Páez, Cauca.
Reclutamiento de menores
A los asesinatos y secuestros se suma el reclutamiento de menores. Las autoridades reportaron que durante el mes de septiembre, cuatro niñas fueron reclutadas en el municipio de La Plata.
El día 6 de septiembre se registró el primero de estos casos cuando dos estudiantes de grado sexto, entre 13 y 14 años de edad, salieron de su institución educativa acompañadas de un sujeto en motocicleta, desde ese momento se perdió el rastro de las niñas.
El 16 de septiembre se presentó otro caso en el que las víctimas fueron dos menores de edad de 12 y 14 años. Las autoridades lograron el rescate de una de ellas en Popayán, lugar al que había llegado como consecuencia de las falsas promesas por parte del grupo armado ilegal que pretendían llevarla hasta el sur del Cauca.
“A través de redes sociales se ha evidenciado la publicación de fotografías de algunas de estas menores con prendas alusivas a estos grupos armados y, adicionalmente a eso, se tiene el caso que ustedes conocieron de una de las menores que tuvo la intención de vincularse, pero gracias a la comunicación que logró tener con sus familiares descartó esa posibilidad y logro ser rescatada en Popayán”, comentó Juan Carlos Casallas Rivas, secretario de Gobierno del Huila.
Asesinato de policías
Las disidencias también atacaron a la fuerza pública. El 10 de octubre con ráfagas de fusil atacó la estación de Policía en el municipio de Nátaga, causándole la muerte al patrullero Carlos Andrés Hernández Ospina y dejando con heridas de gravedad al intendente Leonardo Trujillo Tovar, comandante de la unidad.
El uniformado fue auxiliado y trasladado al Hospital del municipio de La Plata donde murió. Un joven psicólogo, que atendió a los uniformados, resultó herido con un proyectil y en la actualidad su estado de salud es crítico.
Dos días después, 13 de octubre, el patrullero, Edwin Alba Forero, resultó herido en el ataque de dos disidentes en el municipio de Tesalia. El uniformado se recupera satisfactoriamente, de acuerdo a comunicado del centro asistencias a donde fue remitido a la capital huilense.