Las mujeres fueron protagonistas de los conversatorios en la Zona Azul de la COP16 en Cali, Valle del Cauca, con la presentación del Manifiesto de Inírida, por parte de la ministra de Ambiente Susana Muhamad y la vicepresidenta Francia Márquez. Este documento que recogió las propuestas y visiones de lideresas ambientalistas de diversas regiones de Colombia.
María Alejandra Ruiz Mallungo
@amperiodista
Las mujeres fueron las protagonistas y el eje central de las conversaciones en el tercer día, que se vivió ayer en la Conferencia de las Partes por la Biodiversidad, COP16, en la ciudad de Cali, Colombia, al presentarse, la Declaración de Inírida en la Zona Azul de la conferencia, un manifiesto que fue recogido por la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible , Susana Muhamad y la vicepresidenta Francia Márquez, en el Foro Internacional de Mujeres y Biodiversidad, donde se establecieron unos compromisos, propuestas y visiones globales de las mujeres cuidadoras de la biodiversidad en los territorios.
“Asumo la responsabilidad de llevar estos insumos para que sean realmente escuchados y que la meta 23 del Marco Kunming Montreal no sea simplemente una inclusión al final, una retórica porque ahora toca políticamente ser correctos y tener que incluir a las mujeres, porque si no, no estamos en una política de inclusión. La inclusión no es solo la palabra, la inclusión es el poder de decisión”, afirmó la ministra de Ambiente.
Este documento que contiene el sentir de las mujeres del todo el territorio nacional, es producto de mesas de trabajo, donde las mujeres de Colombia se comprometieron a liderar en cada uno de estos lugares, soluciones a los desafíos por la pérdida de biodiversidad que enfrenta el planeta.
“Esta declaración de Inírida es un llamado a la acción colectiva que reconoce el papel fundamental de las mujeres en la gobernanza de la biodiversidad y del agua. Nos parece que es fundamental que este sea el inicio de una conversación pública que debe continuar y más aún con la ministra Susana Muhamad como presidenta de una COP. Este es un documento de construcción colectiva muy importante para el mundo”, comentó María Virginia Blanco, representante de las mujeres.
Este manifiesto, busca que las mujeres incidan de manera determinante en los procesos de tomas de decisiones que estén relacionados con el medio ambiente, su conservación y cuidado. Estas mesas de diálogos y disertaciones fueron lideradas por activistas académicas, investigadoras, emprendedoras, de pueblos indígenas, comunidades negras, afrodescendientes, raizales, palenqueras, campesinas, jóvenes, entre otros.
Entre sus compromisos más relevantes fue el de luchar por la justicia climática y la igualdad de género. Sobre lo anterior la ministra Muhamad resaltó la capacidad de las mujeres para incidir en la política pública mundial y apropiarse de los espacios y enfatizó que el poder femenino está conectado con la naturaleza, además respaldó las luchas de las mujeres en Colombia por la equidad, respeto e igualdad.
Atlas de la biodiversidad global
Con el objetivo de cerrar la considerable brecha de información sobre los ecosistemas a nivel global, se presentó el primer Atlas Global de Ecosistemas durante la Conferencia de las Partes por la Biodiversidad, COP16, en Cali, Valle del Cauca. Este proyecto es resultado de la colaboración entre varios gobiernos, organizaciones y la Organización Meteorológica Mundial, quienes desean poner esta valiosa información al servicio del mundo.
Uno de los principales desafíos que enfrentan países como Colombia, así como el resto del planeta, es comprender la complejidad del entorno que nos rodea. Este conocimiento no solo requiere herramientas y habilidades técnicas especializadas, sino también implica un uso significativo de recursos.
Según Yana Gevorgyan, directora de la Secretaría del Grupo de Observaciones de la Tierra (GEO, por su sigla en inglés)—una cooperación que reúne a 116 gobiernos y 162 organizaciones bajo el marco de la Organización Meteorológica Mundial—, cerca de la mitad de los ecosistemas del mundo se encuentran desprovistos de datos. “No sabemos dónde están, cómo se encuentran o cuál es su tamaño, lo que complica enormemente el monitoreo de su estado y la implementación de estrategias efectivas para su mitigación y conservación”, afirma Gevorgyan. Lo que sí es evidente es que las actividades humanas están llevando a estos ecosistemas cruciales hacia un punto de no retorno.
El Atlas se presenta como una herramienta destinada a recopilar y organizar datos fiables y de alta calidad sobre los ecosistemas de diversos países, facilitando su acceso a políticos, instituciones financieras, empresas privadas, comunidades locales y responsables de la toma de decisiones a través de la plataforma Global Ecosystems Atlas, que actualmente se encuentra en una versión beta de prueba y desarrollo.
Gevorgyan destaca que “los ecosistemas son fundamentales para la vida en el planeta. Sin embargo, su comprensión ha sido complicada no solo por la falta de datos, sino también por la dificultad de coordinar a diferentes países, muchos de los cuales pensaban que era imposible crear una herramienta común con parámetros estandarizados”.
Este Atlas también cuenta con el respaldo de la Convención de Diversidad Biológica (CDB). Astrid Schomaker, secretaria general de la CDB, señala que la naturaleza ha ido adquiriendo una creciente relevancia en la agenda global. Con este convenio, la comunidad internacional busca entender mejor la biodiversidad, prevenir su pérdida y evaluar las acciones necesarias para su recuperación.