Ya he perdido la cuenta de cuantos consejos de seguridad se han desarrollado este año en el Huila; y es que han sido tantos como los actos de violencia que se han presentado a lo largo del año en todo el territorio. Secuestros, extorsiones, atentados con explosivos, homicidios, reclutamiento forzado de menores, en fin, todos estos son hechos que amenazan la tranquilidad y el desarrollo de nuestra tierra.
Y valga decir la verdad, he visto permanentemente al actual Gobernador del Huila y al Alcalde de nuestra capital solicitar de manera urgente la presencia del Alto Gobierno y el apoyo para enfrentar lo que a diario se vive, pero desafortunadamente este llamado no ha sido atendido de manera eficiente.
La situación que se vive es crítica, el desánimo e incertidumbre se siente, entre otros, en el sector empresarial del departamento, en los campesinos y nuestros campos, en los comerciantes por las constantes amenazas y ataques. Todo esto tiene frenada la economía en el Huila y cerradas las posibilidades de atraer inversión al territorio, como lo ha reconocido la Cámara de Comercio del Huila.
Desafortunadamente no han sido suficientes las medidas hasta el momento implementadas y, la falta de decisión del Gobierno central de tomar ‘el toro por los cuernos’ nos tiene en el peor de los escenarios, ad-portas de vivir las épocas en donde dominaban las antiguas Farc gran parte del Huila.
No es repetitivo hablar de lo que estamos viviendo en el tema de seguridad, es una necesidad imperiosa. Sin seguridad no existe paz ni tranquilidad, ni mucho menos desarrollo.
Hago un llamado al presidente Petro a no seguir pasando de agache con el tema de seguridad en el departamento del Huila, a que venga y desarrolle un verdadero consejo de seguridad con todo el Alto Gobierno y la cúpula de las Fuerza Militares, a que tome las medidas necesarias, entre ellas el incremento en el número de efectivos de las fuerzas militares y de policía y el desarrollo de proyectos sociales y de inversión.
Además, que fortalezca la lucha contra el delito y logre compromisos serios con los diferentes actores que tienen voluntad de paz. Lo sucedido en Nátaga esta última semana en donde fueron asesinados vilmente dos uniformados y resultó gravemente herido un psicólogo que simplemente ayudaba al traslado de los heridos, son la gota que rebosó la copa.
De seguir haciendo oídos sordos a este clamor que le han hecho diferentes actores políticos y sociales de nuestro departamento a su Gobierno y, a usted presidente Petro, invito a todos lo huilenses a que nos unamos en una gran movilización para exigir su presencia y la toma de medidas inmediatas y efectivas para fortalecer la seguridad. No más paños de agua tibia, la actual situación demanda medidas concretas a corto plazo que permitan enfrentar de manera efectiva la inseguridad que vivimos.
No esperemos a que sea tarde y mucho más compleja la recuperación de la seguridad, es el futuro de nuestra tierra lo que nos estamos jugando. Unámonos todos en este propósito.