Un adolescente de 16 años, quien había sido reclutado por las disidencias en el municipio de La Plata, se escapó junto con otro joven caqueteño de 19 años, después de sufrir constantes maltratos en el grupo armado al que habían ingresado mediante engaños hace varios meses. El Ejército, junto con el CTI de la Fiscalía, participaron en la recuperación y el sometimiento a la justicia de los individuos.
Una vida contraria a la que imaginaban motivó a un adolescente de 16 años y a un joven de 19 años abandonar las filas del grupo residual al que se habían unido en la zona rural del municipio de La Plata.
El menor de edad había sido reclutado hace cuatro meses por insurgentes que lo convencieron a través de falsas promesas para que abandonara su hogar y se sumara al grupo armado que opera en la zona limítrofe entre el Huila y Cauca.
Por otro lado, el segundo hombre se unió a la estructura hace cinco meses, cansado de buscar trabajo y nuevas oportunidades de vida, tras haber emigrado del departamento del Caquetá al Huila. Sin embargo, tomó una decisión de la que hoy se arrepiente.
Recibían entrenamiento de guerra
Ambos estaban bajo entrenamiento del frente Hernando González Acosta para convertirse en guerrilleros de base al mando de alias ‘Sebastián’, su principal cabecilla, encargado de orquestar citaciones extorsivas a comerciantes, proselitismo, constreñimiento a la población civil y reclutamiento de niños, niñas y adolescentes.
La función de ellos era prestar centinela y realizar otras actividades básicas del grupo al que se habían unido, teniendo como injerencia la zona rural del municipio de La Plata, específicamente entre las veredas Santa Marta y Dos Aguas.
Se cansaron
Los maltratos y los castigos severos desdibujaron su intención de continuar vinculados a la estructura criminal. Después de permanecer varios días amarrados, decidieron formar un complot para escapar.
Desde las densas montañas que limitan al Huila con el Cauca, abandonaron el campamento y llegaron hasta el corregimiento de Santa Leticia Moscopán, donde contactaron a sus familiares para manifestarles su intención de regresar a la vida civil.
Sus seres queridos informaron al Cuerpo Técnico de Investigación Criminal de la Fiscalía, quienes idearon un plan para extraerlos del lugar. Debido a los problemas de orden público por la presencia de las disidencias, solicitaron apoyo al Ejército Nacional para lograr el rescate de los jóvenes.
La recuperación
El coronel Jaison Leonardo Gómez Pérez, segundo comandante de la Novena Brigada, comentó al respecto: “Fue un trabajo que iniciamos de manera articulada con el Cuerpo Técnico de Investigación Criminal de la Fiscalía General de la Nación, en el corregimiento de Santa Leticia Moscopán, por petición de un familiar que tomó contacto con el CTI para informar que había dos miembros del frente Hernando González Acosta que tenían la intención de entregarse a las autoridades por los maltratos presentados hacia ellos”.
Durante el fin de semana, las unidades del Gaula Militar estuvieron en contacto con el adolescente y el joven para dar con su ubicación. “La Fiscalía nos pasó la información, comenzamos a desplegar las unidades hasta ese punto y coordinamos con la Brigada 29, que tiene a su cargo esa área de responsabilidad. Ingresamos hasta donde se encontraban y los extrajimos hasta el casco urbano de La Plata, donde las unidades del Gaula Militar los llevaron hasta Neiva”, agregó el alto oficial.
‘Estrellados’ con la realidad
El motivo por el que decidieron regresar a la vida civil fue claro. Así lo explicó el coronel Jaison Leonardo: “Cuando los reclutan, les ofrecen beneficios y garantías, pero una vez en las filas, el discurso y el trato cambian, lo que les hace ver la oportunidad de fugarse”.
Por ahora, se están llevando a cabo las entrevistas para establecer si hay más miembros de esta estructura delincuencial interesados en abandonar las filas de los grupos armados organizados.
“El reclutamiento ocurre por varias razones; en algunos casos, hay una oferta económica por parte de este grupo hacia los niños, niñas y adolescentes, lo que lo hace atractivo, mientras que, en otros casos, el maltrato intrafamiliar lleva a los menores a tomar la decisión errada de unirse a estos grupos”, afirmó el comandante Gómez Pérez.
Volverán a la vida civil
Sobre el destino de los dos jóvenes, se sabe que el sometido entrará al programa de atención humanitaria, mientras que al recuperado se le restablecerán sus derechos con la Defensoría del Pueblo y Bienestar Familiar. Una vez completados los trámites legales, podrán regresar con sus familias para tener una mejor calidad de vida y nuevas oportunidades laborales que les garanticen no volver a ingresar a estos grupos armados organizados. Cabe mencionar que hasta la fecha ya son cuatro los menores recuperados de las ‘garras’ de las disidencias en el departamento del Huila.