A través de su diversa oferta en papelería, Umúka, una empresa neivana aporta a la conservación del medio ambiente en la ciudad. Sus productos contienen semillas de plantas florales o de huertas que, al ser desechadas, resurgen “ayudando a alimentar y refugiar a los polinizadores, vitales para la salud de nuestro entorno”.
María Alejandra Ruiz Mallungo
@amperiodista
Tania Yulieth Sánchez Rodríguez, representante de Umúka, una innovadora empresa dedicada a la transformación y valorización de residuos, ha convertido su pasión en un emprendimiento sostenible que promueve un consumo responsable. Umúka no es solo un negocio; es un espacio creativo donde la papelería se transforma en un residuo artesanal, fusionando el arte y la conciencia ambiental. Tania se describe a sí misma y a su equipo como “tejedores de historias, guardianes de la memoria y preservadores de la vida”, y bajo este lema, han enfocado la misión fundamental de la empresa: hacer un llamado a la conciencia sobre el cuidado del entorno.
La idea de Umúka surgió luego de que el mundo superara la pandemia del Covid-19, cuando Tania, en su búsqueda de aprender a hacer papel, encontró un proceso de sanación en la creación artística. “Comencé a ver y a explorar diferentes fibra y materiales y pues a la gente le empezó a gustar y vi una bonita oportunidad. Además, el mercado también lo estaba necesitando”, comentó Tania.
Esta búsqueda no solo le permitió expresarse creativamente, sino que también despertó el interés de las personas a su alrededor. Este reconocimiento del mercado, junto con la pasión emergente por productos sostenibles, hizo germinar la idea de crear una oferta de papelería artesanal que respondiera a las necesidades de otros emprendedores que buscaban opciones responsables para sus proyectos y claro, con el medio ambiente.
Flores y huertas
La propuesta de Umúka es amplia y variada. Ofrecen una línea especial de papelería dirigida a emprendimientos y eventos, como tarjetas de invitación o productos propios que incluye calendarios y recetarios. Cada producto está diseñado para no solo cumplir una función estética, sino también para servir como “un recordatorio del compromiso con el medio ambiente”. Este enfoque consciente ha atraído a una comunidad creciente de consumidores que valoran la sostenibilidad.
Los consumidores se convierten en aliados de la naturaleza, ayudando a alimentar y refugiar a los polinizadores, quienes son vitales para la salud de nuestro entorno.
Tania Sánchez, representante Umúka
Uno de los aspectos más innovadores de las ofertas de Umúka son sus tarjetas, que vienen impregnadas de semillas florales. Esta iniciativa, que responde a una necesidad urgente en Neiva —donde la fauna y flora, especialmente flores, son escasas— busca proteger los ecosistemas locales. Tania explica que, al plantar estas semillas, “los consumidores se convierten en aliados de la naturaleza, ayudando a alimentar y refugiar a los polinizadores, quienes son vitales para la salud de nuestro entorno”. Aunque puede parecer una idea utópica, Tania cree firmemente en la efectividad de estas pequeñas acciones para lograr un impacto tangible en la conservación del ecosistema.
Pero no se detienen allí; Umúka también incluye semillas de huerta en sus productos, como tomate, lechuga, albahaca y pimentón. Este enfoque busca educar a las personas sobre la importancia de una alimentación consciente y fomentar la agricultura urbana, permitiendo a los consumidores experimentar la satisfacción de cultivar sus propios alimentos.
Umúka en la COP16
Tania resalta que el compromiso de las empresas como la suya que participan en la Conferencia de las Partes por la Biodiversidad, COP16, en Cali, es la de trabajar de manera consciente, minimizando el impacto ambiental. Esta comunidad empresarial huilense se une para ofrecer diversas propuestas a partir de una misma materia prima, impulsando un cambio colectivo hacia prácticas más responsables y sostenibles que aporten significativa y positivamente a la biodiversidad.
La experiencia de Umúka en la COP16, se han enfocado en actividades académicas donde además de aprender de otras empresas a nivel nacional, dan sus conocimientos.
Tania y su equipo desean crear las condiciones ideales para que todas las empresas comprometidas con el medioambiente puedan desarrollarse y crecer con el apoyo necesario. Así, además de ser un emprendimiento, Umúka se convierte en un motor de cambio y educación, sembrando semillas de esperanza y responsabilidad en la sociedad.