Durante la inauguración del segmento de alto nivel de la COP16, Antonio Guterres, secretario general de la ONU, expresó que cada año aumenta la temperatura global.
María Alejandra Ruiz Mallungo
@amperiodista
El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, inauguró ayer el segmento de alto nivel de la COP16, donde líderes y delegados de alto rango se reúnen para encontrar consensos y avanzar en las negociaciones.
Durante su discurso, Guterres afirmó: “La naturaleza es vida, y sin embargo, estamos en guerra con ella. Una guerra en la que no hay ganadores”. Destacó que cada año aumenta la temperatura global, se pierden más especies diariamente, y cada minuto se vierten grandes cantidades de desechos plásticos en nuestros océanos, ríos y lagos. “No se engañen; esto es lo que representa una crisis existencial. Y ningún país, independientemente de su riqueza, escapa a la devastación causada por el cambio climático, la pérdida de biodiversidad y la contaminación”, enfatizó.
Por esta razón, instó a “dejar de saquear y comenzar a preservar” la biodiversidad, solicitando mayor compromiso de las naciones presentes en la COP16 en Cali, ya que “la existencia del planeta y la nuestra depende de ello”.
Cumplir compromisos
Guterres, quien habló en español, inglés y francés, pidió a los países que incrementen y cumplan sus compromisos, incluyendo la presentación de planes nacionales para la protección de la biodiversidad y la implementación de mecanismos de monitoreo y transparencia para garantizar la rendición de cuentas, así como una mayor ambición en la movilización de recursos.
El secretario general destacó que “los motores de esta destrucción están inmersos en modelos económicos obsoletos que fomentan patrones insostenibles de producción y consumo, exacerbados por las desigualdades en riqueza y poder”. También subrayó la importancia de reconocer el “conocimiento esencial” de pueblos indígenas, afrodescendientes, agricultores y comunidades locales, afirmando que “hay que hacer un llamado por la vida”.
Guterres subrayó que ya hemos alterado el 75% de la superficie terrestre y el 66% de los océanos, por lo que resaltó la urgencia de aplicar el Marco Global de Biodiversidad Kunming-Montreal mediante “un sistema sólido de seguimiento, información y revisión para evaluar el progreso, así como un paquete de movilización de recursos para incrementar la financiación, que debe alcanzar al menos 200,000 millones de dólares al año para 2030”.
“Planes claros y ambiciosos”
Además, instó a los países a presentar “planes claros, ambiciosos y detallados”, conforme a lo exigido por el Marco Global, que incluyan transformaciones en los modelos empresariales y de producción que sean “beneficiosos para la naturaleza”. Guterres advirtió que “es esencial honrar las promesas financieras y acelerar el apoyo a los países en desarrollo”, remarcando que “no podemos dejar Cali sin nuevas promesas para adecuadamente capitalizar el Fondo Marco Mundial para la Biodiversidad, ni sin compromisos para movilizar otras fuentes de financiación, tanto públicas como privadas”.
Con relación al sector privado, enfatizó que aquellos que se benefician de la naturaleza no deben tratarla como un recurso ilimitado y gratuito, sino que deben tomar la iniciativa en su protección y restauración. También mencionó la importancia de establecer un mecanismo para la distribución de beneficios derivados del uso de información sobre recursos genéticos, lo que brindaría al sector privado una “vía clara” para contribuir a la protección de la biodiversidad.
Finalmente, Guterres abogó por la inclusión de “todas las partes de la sociedad”, especialmente los pueblos indígenas, afrodescendientes y comunidades locales, que a menudo son excluidos de la política ambiental mundial. Recordó que “la paz con la naturaleza implica paz para quienes la protegen; debemos defender a quienes defienden la naturaleza”, en clara alusión a la violencia contra líderes ambientales.
Movilizar a todos los países
Citando a diferentes países que están liderando esfuerzos, como Brasil, Colombia, Indonesia y Malasia, que han intensificado sus acciones para detener la deforestación, así como la Unión Europea con su Ley de Restauración de la Naturaleza, concluyó: “Movilizar a todos los países, cada uno con distintas capacidades y niveles de riqueza, representa un desafío, pero una cooperación mundial rápida puede ofrecer la protección que urgentemente necesitamos ante incendios forestales, inundaciones, fenómenos meteorológicos extremos y pandemias”. Guterres afirmó que “hacer las paces con la naturaleza es la tarea definitoria del siglo XXI”.
¡Moteles de Cali al rescate!
Robert Baluku, delegado de Uganda en la cumbre de biodiversidad de la ONU en Colombia, COP16, se encontró entre la espada y la pared cuando el alojamiento de su equipo fue cancelado abruptamente, dejándolos varados antes del inicio de la Cop16 en Cali.
Los hoteles de la ciudad estaban abarrotados con miles de líderes nacionales, científicos, ministros de gobierno y negociadores de la ONU, y Baluku se quedó buscando opciones, hasta que el Motel Deseos llegó al rescate.
Ahora, Baluku se encuentra entre al menos una docena de delegados y negociadores alojados en los moteles por hora de la ciudad, que vienen equipados con camas circulares, sillas “máquinas del amor”, barras de baile y columpios sexuales.
Mientras le mostraba su habitación al Guardian, Baluku dijo que era “muy inusual” colocar un espejo sobre la cama circular. “No sé el motivo de eso”, dijo. Señaló que era “muy divertido” verse a uno mismo mientras se quedaba dormido.
La gerente del Motel Deseos, Diana Echeverry, dijo que una semana antes del inicio de la conferencia, el gobierno local la llamó para preguntar si tenían espacio para los delegados. Ella quitó los columpios y agregó mantas y perchas. “Vinieron y les gustó tanto que les dijeron a sus amigos y colegas que también se quedaran aquí”, dijo Echeverry.
