Esta semana concluye la COP16. Evento que tuvo la participación de 10 jefes de Estado y más de 14.000 personas. El evento tuvo tanta concurrencia, que fue necesario que los moteles de la ciudad hospedaran a diferentes delegaciones, siendo una de las anécdotas más destacadas del evento por los medios internacionales. Así mismo, otra de las anécdotas sobresalientes del evento tuvo que ver con la falta de armonía entre los menús ofrecidos y la naturaleza del evento.
A simple vista, este tipo de anécdotas podrían dar la impresión de ser aspectos secundarios y sin relación alguna con la biodiversidad, el cual era el tema central de la Conferencia, sin embargo, considero que estas logran dejar en evidencia la hipocresía y la inutilidad del evento, por las razones que procedo a exponer. Para comenzar, tenemos que poner de presente la considerable huella de carbón generada por el desplazamiento de los miles de asistentes al evento. Sumado a esto, tenemos que tomar en consideración el impacto ambiental generado por la alimentación, confección de prendas (es usual que la gente estrene ropa en estos eventos), lavado de ropa y de sábanas, aire acondicionado y uso de elementos desechables. Digo todo esto, porque la pandemia nos enseñó que este tipo de cumbres podían ser desarrolladas de forma exitosa, con la ayuda de la tecnología. Dicho de otro modo, ¿es realmente necesario reunirse de forma presencial a discutir sobre las formas de salvar al mundo? ¿no es económica y ambientalmente más eficiente reunirse de forma virtual? En mi opinión, considero que, si queremos lograr verdaderos cambios en lo ambiental, se tienen que empezar a dar cambios que sean coherentes con lo que se pretende y con lo que se predica.
En lo que respecta a los menús ofrecidos, debe considerarse que no toda opción aparentemente “verde” lo es, pues existen “platos verdes” que para su preparación requieren de prácticas ambientales cuestionables que no solo afectan el medio ambiente, sino también el ecosistema de muchos animales. En resumen, queda mucho por trabajar para que este tipo de eventos ganen coherencia y logren convertirse en modelo y ejemplo de armonía y protección del medio ambiente.
