Los habitantes del barrio de la Roseraie, en el que se encuentra la escuela judía donde se perpetró una matanza, seguían conmocionados, temerosos de que el asesino en serie, que atacó tres veces en ocho días, vuelva a matar. Los habitantes del barrio de la Roseraie, en el que se encuentra la escuela judía donde se perpetró una matanza, seguían conmocionados, temerosos de que el asesino en serie, que atacó tres veces en ocho días, vuelva a matar. “Fue el apocalipsis”, describió un padre de familia, Gil Bensoussan, que fue a dejar a su hija en el colegio Ozar Hatorah de Toulouse. TOULOUSE, Francia (AFP) La policía francesa se lanzó a una cacería humana con medios excepcionales para encontrar al asesino en serie, autor probable de los homicidios de tres militares y de la matanza perpetrada en una escuela judía, que dejó al país conmocionado. Las siete víctimas de las matanzas de Toulouse y Montauban (sur de Francia) murieron de un tiro en la cabeza a “quemarropa” dijo el fiscal de París de la República a cargo de la investigación, François Molins. “Todas las víctimas fallecidas murieron por un disparo a quemarropa a la altura de la cabeza”, declaró en una conferencia de prensa. Molins añadió que el autor de los tres tiroteos de los últimos días, en los que murieron tres militares, un rabino, dos niños de 4 y 5 años, y una niña de 7, se sabe “perseguido” y es “capaz de pasar nuevamente al acto”. El fiscal de París, donde están centralizadas las investigaciones en virtud de la competencia antiterrorista de la fiscalía parisina, subrayó que las tres matanzas constituyen actos premeditados y de “terrorismo en el sentido jurídico”. En todas las escuelas de Francia se observó un minuto de silencio por la matanza en el colegio de Toulouse. El presidente Nicolas Sarkozy estuvo presente en un colegio del centro de París para participar en ese homenaje. Más tarde, acompañado por el primer ministro François Fillon, rindió homenaje a los cuatro féretros, repatriados a Israel. Los cuerpos de las cuatro víctimas, Jonathan Sandler (30 años), profesor de religión, sus dos hijos, Grabiel de 4 años, y Arieh de 5 años, así como Myriam Monsonego de 7 años, hija del director de la escuela, serán enterrados este miércoles en Israel, según el Consistorio Central. Las cuatro víctimas tienen doble nacionalidad israelí y francesa. El candidato socialista a la presidencia francesa François Hollande participó también en el minuto de silencio en una escuela de Pré-Saint-Gervais (periferia de París). Marcha silenciosa Dirigentes de las comunidades de judíos y musulmanes convocaron a una marcha silenciosa común el próximo domingo en París, en memoria de las víctimas del ‘asesino de la moto’, anunció el presidente del Consejo Representativo de los Judíos de Francia (CRIF). Entre las pistas seguidas por la policía figura la de un asesino de ideología racista y antisemita que reivindique la pertenencia a la ultraderecha. El 11 de marzo, el presunto asesino en serie mató en Toulouse a un militar de origen magrebí. El 15 de marzo, disparó contra tres soldados de un regimiento de paracaidistas en la vecina ciudad de Montauban, dos de origen magrebí y el tercero antillano. Dos murieron y el otro fue gravemente herido. Tras la matanza en la escuela judía, Francia ha desplegado medios excepcionales para encontrar al asesino, de frialdad y determinación escalofriantes. Alerta antiterrorista Sarkozy anunció que se aplicaba, por primera vez en Francia, el nivel más alto, “escarlata”, del dispositivo de alerta antiterrorista llamado Vigipirate en la región de Toulouse. Una fuente cercana a la investigación indicó a la AFP que el asesino utilizó la misma moto, una Yamaha T-MAX 500 cm3 que fue robada el 6 de marzo en la región de Toulouse. Asimismo, en los tres ataques se utilizó la misma arma, una pistola automática de calibre 11,43. Además, el ministro francés de Interior, Claude Guéant, reveló que, según un testigo, el asesino llevaría una pequeña cámara fijada al pecho al cometer la matanza en la escuela judía, lo que “confirmaría el perfil psicológico del asesino”. Sin embargo, el fiscal François Molins matizó posteriormente las declaraciones de Guéant. No hay “certezas” de que el agresor actuara con esa cámara, indicó. El atentado hizo que se pusiera entre paréntesis la campaña por la elección presidencial francesa (22 de abril y 6 de mayo).