Hoy que las percepciones son más transparentes y que se compaginan más con la realidad, podríamos apelar a un mayor optimismo y deberíamos refundar la esperanza cierta que nos ha caracterizado a la tierra de promisión. Y no es bueno que nos comparemos con nadie, sino que nos comparemos con nosotros mismos en nuestro pasado.
En efecto, El Diario LA NACIÓN resultó en el ranking del panel de opinión de la firma Cifras & Conceptos en cuanto a medios impresos regionales, el de mayor opinión favorable, el más consultado y el más influyente; con un 29% se reafirma como el medio de comunicación mejor consolidado en el Huila e, incluso, comparado con otros departamentos, el mejor posicionado. Además de felicitar a la Directora del diario y a su Editor General, quiero proponer que esta noticia y conquista constituyan causales de optimismo para el departamento del Huila. Esta noticia también nos llena de optimismo y se vuelve una invitación a valorar lo propio y a combatir y extirpar la opitofagia.
Aunado a esta buena noticia, ¿por qué no pensar que nuestros gobernantes están comprometidos con una visión más optimista y más progresista de nuestra región? ¿por qué no seguir viendo el vaso medio lleno? Un cuarto lugar entre los gobernadores y un octavo lugar como los mejores alcaldes (Villalba y Casagua) también nos puede llevar al optimismo para tratar de mejorar.
Son razones de optimismo también el anuncio de la terminación de obras inconclusas, de un mejor estadio para la ciudad de Neiva, del proyecto de interconexión regional Huila Norte que hace posible la conexión con los proyectos de energías limpias de carácter solar y eólica. La concreción en la búsqueda de recursos para hacer realidad la PTAR. Es una buena noticia también que nos afiancemos como el mayor productor de café hogaño más allá del eje cafetero de antaño. También podemos hablar con optimismo de nuestra suerte regional con las buenas noticias que nos vienen del ámbito nacional: la aprobación en el sexto debate en el Congreso de la iniciativa legislativa que aumentaría las transferencias de la nación a los municipios y departamentos.
La mejor noticia que podamos recibir y que nos puede augurar un futuro más próspero, eso sí, si no se sigue aplicando la condición evangélica de Mateo 13,12 en la que se perpetúa la inequidad: al que tiene de más se le dará más; al que tiene menos, se le quitará hasta lo que tiene. Ojalá no se trate sino de darle mayor importancia y valía a los territorios más olvidados, para hacer de ellos verdaderos escenarios de construcción de paz.
También son buenas noticias, la mayor importancia reconocida de las políticas medioambientales y de producción de la flora y la fauna de nuestro territorio, la retoma del compromiso de la reforma rural integral y una reforma laboral que nos puede devolver la esperanza. Debe cesar la insistencia del sesgo de pesimismo y fatalismo con el que las facciones de derecha de este país quieren manipular. El dólar no siguió subiendo, podemos aumentar las transferencias de la nación, tenemos un gobierno demócrata, no nos convertimos en la Venezuela en crisis, podemos aportar al compromiso medio ambiental, además, Colombia puede reafirmar su compromiso de seguir liderando la agenda ambiental y de construir una verdadera paz con la naturaleza. Los precios del combustible algún día se estabilizarán, se hacen esfuerzos para regularizar la propiedad de la tierra, se asientan verdaderos insumos para la obtención de la paz total.