Un enfoque de región claro ha definido el trasegar profesional del exalcalde de Pitalito, Edgar Muñoz Torres, quien indicó que el Huila necesita representantes ante el Gobierno Nacional que se preocupen por todas las zonas del departamento, incluyendo los 37 municipios. Habló también sobre la influencia que tuvo Héctor Polania Sánchez dentro de su proyecto.
¿Quién es Edgar Muñoz?
Soy un campesino laboyano, hijo de un maestro de construcción y una ama de casa. Casado con Maribel Suárez y padre de Juan Camilo y María Victoria. Psicólogo de la Universidad de la Sabana con una especialización en Gerencia en Salud y Seguridad Social, y otra en Alta Gerencia. Además, soy magíster en Salud Pública y, también, en Administración Pública.
Usted tiene una vasta experiencia como profesor universitario y servidor público. ¿En qué momento empieza con el liderazgo político?
Yo soy político por vocación. Efectivamente son 25 años de servicio público en diferentes instancias tanto en la Gobernación del Huila, Ministerio de Salud, Superintendencia Nacional de Salud, Instituto Nacional de Salud, gerente de la ESE de primer nivel del municipio de Pitalito y alcalde de esa municipalidad. Siempre he tenido la intención de posicionar no solamente a Pitalito, sino el departamento en el ámbito nacional.
Esa dignidad de alcalde lo llevó a otros escenarios. Hablemos de eso…
Ese escenario me permitió estar presente con vocería propia, liderazgo y representación en diferentes instancias como: Surgas, la Electrificadora de Huila, la Corporación del Alto Magdalena, Cam, donde fui consejero, y Cormagdalena, donde fui elegido y reelegido en representación de 130 alcaldes del país. El estar en esa instancia de representación permite un gran roce político con las diferentes instancias del Gobierno Nacional. Eso me permitió y facilitó la gestión para decir que hoy Pitalito, en nuestra gobernanza, logró las mayores inversiones de las últimas décadas para consolidar a nuestro valle de laboyos como la capital del sur colombiano.
Precisamente, hablando de su vinculación con Cormagdalena, ¿cuál es el interés desde el punto de vista de lo que significa el río más importante de Colombia?
Cormagdalena representa esa posibilidad de que el Huila y Colombia vuelvan a darle la cara al río. Es importante verlo como parte esencial de nosotros y no solo desde lo que representa en materia ambiental y económica para el país, sino en la vida misma de los colombianos. Hace poco, la biblioteca Luis Ángel Arango organizó un ciclo de conferencias sobre el Río Magdalena, y allí el profesor Germán Ferro destacaba que el mayor problema es el desconocimiento, la apatía y el desprecio que tienen los colombianos frente al río. En ese punto creo que el gran reto lo tenemos los huilenses; debemos movilizarnos y movilizar al país para reconocer el río. Es ideal trabajar juntos en resolver sus problemas de sedimentación, contaminación y deforestación de su cuenca. Los huilenses somos los llamados a abrazar nuestro gran río y a liderar en Colombia ese proceso de reconciliación con el Magdalena, que ha sido testigo de procesos sociales, de violencia, de transformaciones económicas y de surgimiento de grandes asentamientos humanos, pero es también la gran oportunidad de integrarnos como departamento y nación.
Usted ha contado que su trasegar político arrancó a los diez años, inspirado e impulsado por Héctor Polania Sánchez, ¿cómo es eso?
Él fue un mentor, una persona que quizás vio un espíritu de liderazgo desde mis 10 años y se convirtió en un referente de pensamiento, en un orientador político desde mi infancia y mi juventud, y quien me trazó lo que debe ser el camino para hacer de mi proyecto de vida un plan de vocación. Fue una persona que conocí, con la que compartí, me formé y a la que admiré porque trazó toda la hoja de ruta de lo que debe ser la actividad política y el liderazgo que se debe tener para incidir positivamente.
Entonces, ¿ese enfoque de región es inspirado por él?
Sí, ese es el legado más grande que nos deja Héctor Polania. Tengo que reconocer que seguí esa línea y hay obras de analogías que sustentan mis acciones como alcalde. Siempre nos instó a reconocer la ubicación geoestratégica que tiene el Huila y las potencialidades de cada una de las regiones de este departamento. En especial, el papel que juega el sur del Huila, no solamente en la conectividad y el desarrollo económico de la región, sino también en el hacer parte de un ecosistema como es el Macizo Colombiano, que es absolutamente determinante para la vida de los colombianos. El estar en esas condiciones especiales le da a la región sur unas ventajas comparativas privilegiadas que deben orientarse a hacer de Pitalito la capital del sur colombiano, para lo cual, las acciones de gobierno deben tener esa visión y sus obras tienen que generarse hacia las condiciones que implican una ciudad intermedia y de gran vocación de crecimiento.
Y ese enfoque de región pretende expandirlo, ¿piensa aspirar al Congreso de la República?
Digamos que ese modelo de región que nace en Pitalito y que hemos extendido a la región sur, tiene que llegar a todo el departamento. Nosotros queremos que el Huila sea una región que vive y que se reconozca como un territorio que tiene todas las condiciones de desarrollo y, por supuesto, la idea es seguir trabajando en esta vocación y en esta carrera política. Ahora nos corresponde la tarea de llevar ese enfoque de región por el país.
Pero, ¿ya tiene pensado desde qué entorno?, ¿el Senado o la Cámara de Representantes?
El Estado colombiano y especialmente la democracia siempre nos ofrecerán alternativas para que estas visiones se posicionen en diferentes escenarios.
Exactamente, ¿qué es lo que más le preocupa en este momento del Huila?
Una de las principales tareas que tiene el departamento es la superación de la pobreza. Hay que generar las condiciones para ello y eso implica una tarea conjunta. Y quizás uno de los mayores retos transversales es la garantía de la seguridad, el respeto por la vida y el derecho a la propiedad privada. Esos elementos, considero yo, se facilitan si se moviliza el Huila hacia la consolidación de oportunidades para todos, integrando todas las regiones.
¿A qué se refiere cuando dice “integrando todas las regiones”?
Le voy a dar un ejemplo, el sur del Huila hace cerca de 15 años que no tiene una vocería en el Congreso de la República y eso significa que los caficultores, los productores de caña panelera, los empresarios del turismo y los asuntos que tienen que ver con temas ambientales del Macizo Colombiano no han tenido escenario de discusión en el orden nacional porque no hemos tenido la vocería, reitero, específicamente del sur. Entonces, creo que concentrar todo el liderazgo político de un departamento en una sola región genera no solamente una inequidad, sino que deja por fuera la participación de unas zonas que se requiere que estén presentes en la movilización del departamento.
Para usted, ¿qué le ha faltado al huilense?
Soñar en grande. Nuestros líderes se han conformado con migajas del Gobierno Nacional. Mientras otros congresistas de Colombia se pelean por vías 4G, los nuestros se conforman con CDI o polideportivos. Sin duda, nos ha faltado liderazgo y en lo que insisto tanto: Gestión. Los grandes liderazgos generan cambios. Nayib Bukele soñó y trabajó por un nuevo país y lo logró con gestión, con trabajo. Podría decir que Colombia no necesita políticos, necesita liderazgo.
Si usted logra llegar al entorno nacional, ¿cuál sería esa primera acción que contemplaría realizar?
Primero, las vocerías del departamento no son ni de partidos, ni son exclusivamente regionales; las vocerías tienen que integrar al Huila como conjunto y, en ese orden de ideas, hay que construir las hojas de ruta con la participación de los 37 municipios. De la mano, por supuesto, de los alcaldes que tienen unas tareas inmensas en la gestión para poder llevar las necesidades de cada municipio a los escenarios nacionales.