Es justo el reclamo que durante décadas han realizado los municipios y departamentos a los diferentes gobiernos exigiendo una mayor descentralización de recursos para inversión en sus territorios.
En este sentido, actualmente se discute en el Congreso de la República un proyecto de acto legislativo para reformar el Sistema General de Participaciones ‘SGP’, sin embargo, más que brindar certeza, son muchos los interrogantes que genera.
El ‘SGP’ es uno de los sistemas de distribución de recursos del presupuesto nacional, proveniente del pago de impuestos, que permite a las entidades territoriales invertir en sectores clave como la educación, salud, agua potable, saneamiento básico, entre otros.
Actualmente la ley permite que el 24% de los ingresos corrientes de la nación, es decir, cerca de $70.5B, sean girados por esta vía a los territorios para tales propósitos, y lo que pretende la reforma es que esa cifra sea duplicada durante los próximos 10 años.
Como el papel puede con todo, surge una pregunta ¿De dónde saldrán los recursos para financiar tal incremento sin perjudicar el marco fiscal de mediano plazo de la nación?
Luis Fernando Mejía (director de Fedesarrollo) advierte qué en lo corrido del 2024 el recaudo tributario de la nación ha registrado caídas superiores a la época de pandemia (-31.5% para agosto), por ello, advierte que no se cumplirá la meta. Esta situación -manifiesta- produjo una reducción del 20% en el presupuesto nacional, y se anticipa otra antes de finalizar el año, no inferior a los $7B. En igual sentido, el déficit podría aumentar hasta los $72B y la regla fiscal será cada vez más vulnerable.
No soy experto, tampoco economista, pero como van las cosas para financiar las modificaciones del ‘SGP’ tendrán que venir 2 o 3 reformas tributarias más. No bastará con la de $20B que ya aprobaron y que no han podido recaudar, ni tampoco la mal llamada ley de financiamiento. Recuerdo como el país estalló, hace poco, por algo similar.
Un dato significativo: el departamento del Huila recibe aproximadamente el 0.1% de los recursos distribuidos por medio del ‘SGP’; Neiva, el 0.06%, y los otros 36 municipios alrededor del 0.04% ¿Lamentable cierto?
Por eso estoy de acuerdo en fortalecer los presupuestos de los territorios, pero la descentralización debe hacerse con responsabilidad. La verdadera autonomía fiscal existirá en Colombia cuando tengamos regiones más productivas que dependan de sus propios ingresos y no solo de las transferencias. Esto facilitará, incluso, la lucha contra la corrupción.
Segundilla: Que no se convierta este proyecto en la cuota inicial para abonar el terreno de las elecciones presidenciales del 2026 ¡Ojo!