¿Hasta cuándo suspenderán el agua?

Pareciera que a nadie se le ocurre acabar de una vez por todas con el problema de las suspensiones de agua en Neiva, cada vez que crece el río Las Ceibas. No es justo que después del 2012, los alcaldes Héctor Aníbal Ramírez, Rodrigo Lara y Gorky Muñoz no mostraron interés contundente en buscar una solución definitiva que cortara de tajo el calvario de los opitas.

Tampoco parece importarle a German Casagua. O, al menos, no le conocemos una estrategia puntual para enfrentar un problema que amerita atención urgente y que demuestre que Neiva pasó de ser un pueblo para convertirse en una verdadera ciudad. El exalcalde Pedro Hernán Suárez fue el último mandatario en invertir en el reservorio de Neiva, una obra que inició la exalcaldesa Cielo González Villa. Hoy la obra amortigua parcialmente las crisis tras la turbidez del agua.

Funciona a media marcha porque solo abastece al 35 por ciento de la ciudad tres días después de ocurrida una avalancha. El resto de Neiva- me informa un técnico de Las Ceibas- no está conectada al reservorio. Si se hiciera, el líquido alcanzaría un día y medio para toda la ciudad, estiman expertos.

Como extraer agua de otro afluente (el Río Magdalena) es casi imposible o altamente costoso, ¿han pensado en otro reservorio que conectara al 65 por ciento de la ciudad que queda sin agua apenas se registra una avalancha de Las Ceibas? ¿Será una buena decisión? O, ¿alguien tiene alguna mejor? ¿Casagua trabaja actualmente en ese tema?

Yo votaría encantado en las próximas elecciones por el alcalde que con sustento técnico y económico presente una solución definitiva y real al eterno problema de Neiva. ¿El gobernador Rodrigo Villalba se preocupa por el tema? O, ¿sigue molesto porque el voto mayoritario de la capital del Huila se lo llevó su contendor Rodrigo Lara Sánchez?

Los opitas parece que se enseñaron a vivir sin agua en invierno y ya no protestan. Pero deberían exigir que sus mandatarios volvieran a plantear soluciones estructurales. Al fin y al cabo, Neiva tiene algo que no posee hoy Bogotá: agua. El río Las Ceibas aún tiene abundante líquido.

Nota uno: Concejal Juan Diego Amaya: no le queda bien acudir a ofensas personales para defenderse en un debate en el Concejo de Neiva. A la próxima calcule mejor sus palabras. Que la juventud y la calentura no lo lleven a cometer excesos. Prefiero quedarme con el Amaya mejor argumentado. Lamentable. 

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