La Institución Educativa Campestre San José en La Plata, Huila, implementó un innovador proyecto liderado por un equipo de docentes que ha transformado la enseñanza en aulas, mejorando el ambiente educativo y reduciendo el estrés tanto en docentes como en estudiantes, demostrado cómo la planificación conjunta y la adaptación curricular pueden mejorar la educación en contextos rurales.
La Institución Educativa Campestre San José, situada en la zona rural de La Plata, Huila, ha desarrollado una experiencia pedagógica significativa denominada “El poder del trabajo en equipo y comunitario. Una experiencia de los docentes de primaria de las once sedes rurales multigrado de la Institución Educativa Campestre San José La Plata, Huila”. Este proyecto, liderado por Sandra Patricia Leones Rodríguez, Elizabeth Ledesma Cantillo, Bellanid Martínez Ortiz, Dilsa Lizeth Ordoñez Muñoz y Leidy Paola Pinto Rodríguez, ha sido reconocido en el Encuentro Departamental de Experiencias Pedagógicas Significativas.
El proyecto se enmarca en la línea temática académica pedagógica-familiar y comunitaria, interviniendo el currículo desde lo pedagógico e impactando el proceso de enseñanza-aprendizaje en aulas. La Institución Educativa Campestre San José cuenta con once sedes dispersas en la ruralidad, atendiendo a estudiantes de 4 a 12 años. En estos contextos, los docentes deben orientar de tres a seis grados, desde preescolar hasta quinto, con hasta 40 estudiantes por aula. Esta situación ha generado estrés, cansancio, agotamiento físico, mental y emocional en los docentes.
Además, se evidenció que la población abordada cuenta con poca formación escolar en los padres, quienes trabajan en actividades propias del campo, involucrando a los estudiantes en estas labores y limitando el acompañamiento en su proceso formativo. El bajo nivel socioeconómico de la población también limita la adquisición de materiales didácticos pertinentes. Ante estas dificultades, los docentes se reorganizaron en equipos de trabajo y establecieron acciones concretas para abordar estos retos. Primero, se diseñaron guías y cartillas pedagógicas de aprendizaje durante la pandemia para facilitar el acceso a materiales educativos. Luego, se realizaron ajustes curriculares en cada área y grado para asegurar una educación más adaptada a las necesidades específicas de los estudiantes. Finalmente, se conformaron equipos de trabajo y comunidades de aprendizaje entre docentes según su perfil de formación para fomentar la colaboración y el intercambio de buenas prácticas.
Sandra Patricia Leones Rodríguez, una de las líderes del proyecto, explicó: “Nuestro proyecto se trata de una respuesta a este trabajo del docente multigrado, donde queremos desvelar toda esa problemática alrededor del oficio y el rol del docente multigrado y al mismo tiempo dar cuenta de las oportunidades que tenemos en esos espacios. Para ello, nos organizamos desde el 2020, en el contexto de la pandemia, para trabajar y planificar en conjunto todas las áreas a las cuales debemos responder para todos los grados de la básica primaria”.
El objetivo principal de la iniciativa es facilitar el trabajo del docente de primaria multigrado, fortaleciendo las prácticas pedagógicas a través de la unificación de contenidos en los planes de aula, el trabajo en equipo y la interacción del entorno y la familia. Además, se busca identificar la incidencia de las dinámicas de manejo de aula en los niveles de estrés generados en el docente multigrado, ajustar las programaciones curriculares integrando los contenidos para desarrollar las competencias de acuerdo con los niveles de desempeño de cada grado, diseñar estrategias de enseñanza multigrado integradoras e innovadoras para mejorar el clima de aula y aplicar estas nuevas estrategias reconociendo su impacto en la enseñanza-aprendizaje.
El proyecto se desarrolló en cuatro fases metodológicas. En la fase de focalización, se realizó un diagnóstico inicial de contextos y se planearon estrategias como el diseño de guías de autoaprendizaje. Durante la fase de profundización, se crearon cartillas integradas con contenidos básicos, transversales y de proyectos, incluyendo estudiantes con necesidades especiales. Se incorporaron actividades lúdicas y manuales, así como la participación de los padres de familia. En la fase de innovación, se ajustó el currículo y se planificaron aulas para orientar la misma competencia en todos los grados a cargo del docente, con actividades y evaluaciones acordes al ritmo de aprendizaje de los estudiantes. Finalmente, en la fase de implementación, se ejecutaron actividades contextuales con la participación de las familias, fomentando ambientes colaborativos y aprovechando recursos del medio para fortalecer procesos de enseñanza y aprendizaje.
Los impactos del proyecto han sido significativos. En primer lugar, se ha mejorado el ambiente de aprendizaje en el aula y se han disminuido los niveles de estrés en docentes y alumnos. Asimismo, el trabajo colaborativo entre profesores, estudiantes y familias ha sido fundamental para el éxito de la iniciativa. Además, la vinculación de las TIC ha optimizado el tiempo y los recursos disponibles. La mejora de la planeación curricular y los resultados académicos también son evidentes. Este enfoque ha permitido la transversalización de contenidos y ha generado una percepción positiva por parte de las familias. Finalmente, la interacción con el contexto ha sido clave para el desarrollo integral de los estudiantes.
Este proyecto demuestra cómo el trabajo en equipo y la colaboración entre docentes, estudiantes, familias y comunidad pueden transformar la educación en contextos rurales, mejorando la calidad de vida y el rendimiento académico de los estudiantes.