La próxima semana se celebra en Estados Unidos el día de Acción de Gracias, una fecha emblemática que se festeja el cuarto jueves de noviembre. Esta tradición que data de 1621, conmemora la llegada de los peregrinos ingleses a Plymouth, Massachusetts, y su primera cosecha exitosa gracias a la ayuda de los nativos americanos. En 1863 el presidente Abraham Lincoln la declaró oficialmente como una fiesta nacional. Este día se reúnen familiares y amigos para disfrutar de una comida tradicional que incluye generalmente pavo asado, puré de papas y verduras. Esta es considerada una celebración muy íntima y de reunión familiar, incluso más importante que la navidad.
Sin embargo, más allá de la nostalgia y el orgullo que evoca en los estadounidenses, esta celebración también revela una paradoja interesante cuando se compara con la actitud de otros países americanos respecto a su propia historia de conquista. En Estados Unidos, la conquista inglesa es vista como un hecho fundacional y liberador, que sentó las bases para la creación de una nación próspera y democrática. Los estadounidenses se enorgullecen de su herencia anglosajona, que incluye valores como la libertad, la justicia y la innovación. De acuerdo con una encuesta realizada por el Pew Research Center en 2020, el 77% de los estadounidenses considera que la influencia de la cultura inglesa en la sociedad estadounidense es positiva.
Por otro lado, en América Latina la conquista española es vista con una mezcla de vergüenza y resentimiento. La herencia colonial española es recordada como una época de opresión, explotación y violencia, que interrumpió el desarrollo de las culturas prehispánicas dejando un legado histórico de desigualdad y pobreza. Según una encuesta realizada por la Universidad de los Andes en 2019, sólo el 22% de los colombianos considera que la influencia española es positiva. Los aspectos que más recriminan los colombianos de su conquista son la explotación de los recursos naturales, la esclavitud y trata de personas, desigualdad social y racial, destrucción del patrimonio cultural y la imposición del catolicismo.
Yo creo que hay muchos aspectos positivos que nos dejó la herencia española en América Latina como lo son la riqueza cultural y el hermoso idioma español. La arquitectura colonial, los ritmos musicales y la gastronomía. Cargar con la idea que todos nuestros males los heredamos de la conquista nos somete al eterno fracaso. A diferencia de los ingleses en el norte, los españoles se mezclaron con los nativos y fruto de eso, somos esta hermosa cultura latina de la cual yo me siento orgulloso. Al contrario de la mayoría, yo creo que los hispano americanos deberíamos tener también un día de dar gracias, celebrando el encuentro de estas dos culturas hace ya más de 500 años.