¡Damas y caballeros! ¡Se nos va el 2024 a todo tren! “Increíblemente rápido”, “¡pasó volando!”, “¿a qué hora?”, son sólo algunas de las expresiones que oímos en cada reunión. Vivimos en una sociedad que avanza a pasos agigantados, que busca resultados inmediatos y eleva las metas a niveles cada vez más ambiciosos. Todo esto en un ritmo frenético que a veces puede parecer endiablado.
En medio de esta vorágine, es imprescindible encontrar maneras de liberar tensiones. La música se convierte en nuestro grito de guerra, donde cantamos desahogadamente sobre el amor, bailamos hasta el amanecer y dejamos volar nuestra imaginación. Este acto de divertirse y disfrutar se vuelve esencial para aliviar el peso de la rutina.
Nos encontramos en la era del entretenimiento, donde las opciones son infinitas. La gente necesita experiencias que rompan la monotonía de la semana laboral; desde emocionantes eventos deportivos y vibrantes conciertos, hasta exposiciones de arte y noches de teatro. La variedad nunca falta: música, danza, cine y más, nos prometen una escapatoria del estrés cotidiano.
Además, es responsabilidad del Estado ofrecer un entretenimiento sano para todos. Propongo que nuestras secretarías de Cultura se transformen en instituciones que también incluyan “Entretenimiento” en su nombre. Así, podríamos apreciarlo como un nuevo concepto de “Cultura y Entretenimiento”, donde cada evento se convierta en una experiencia enriquecedora. La tecnología y la logística adecuada son claves para lograrlo en escenarios que realmente inspiren.
Un excelente ejemplo de esta propuesta es el festival Rock Al Parque en Bogotá. ¡Una verdadera fiesta musical! En este evento se dieron cita 20 bandas locales, 20 internacionales y 9 invitados especiales, atrayendo a más de 150,000 personas, y todo de forma gratuita durante tres días. Este festival no solo es un espacio donde se entrelazan diversas tribus urbanas, sino también un lugar donde los jóvenes se expresan y encuentran su voz en medio de una diversidad de géneros musicales. Con 28 ediciones en 30 años, solo la pandemia ha podido ponerles una pausa, pero siempre han tenido el respaldo de alcaldes de todas las corrientes políticas.
Hay que reconocer que la empresa privada también juega un papel crucial en este escenario. Está detrás de muchos eventos que han obtenido una respuesta entusiasta por parte del público. Después de los estragos del Covid-19, la sociedad ha comprendido que es esencial reír, disfrutar y encontrar un equilibrio entre las responsabilidades diarias y el merecido tiempo de recreación.
Así que, ¡brindemos por la sociedad del entretenimiento, que nos recuerda que la vida es para vivirla y disfrutarla! ¡Sigamos buscando esas experiencias que nos llenen el alma y nos hagan sonreír!