Hicieron muy bien y deben tener celebrando a millones de colombianos nuestro Partido Conservador y el Liberal con la decisión de votar negativo el pésimo proyecto de Ley de Financiamiento presentado tercamente por el Gobierno al Congreso, por impopular y dañino para el bolsillo de la gente como una nueva reforma tributaria enmascarada. Lobo vestido de caperucita para tragarse la débil economía de nuestros hogares y empresas.
Cómo no oponernos a votar impuestos que graven la canasta familiar, la venta de bienes o las herencias. Aumento del gravamen por ganancia ocasional, al carbono y la eliminación del régimen simplificado, entre otros adefesios. Bien lo dijo oportunamente nuestra colectividad: “Inconveniente gravar con nuevos impuestos a los colombianos en el actual escenario fiscal”.
Significa que ante el rechazo en las calles y el poco tiempo para tramitarse, otros movimientos políticos se sumarán y así se hundirá sin que nadie ajeno a la Casa de Nariño lo lamente pues buscaba recaudar $2 billones para cubrir el hueco en el Presupuesto de 2025. Claro que son necesarios recursos para financiar inversiones, crecimiento y desarrollo, pero, no en la forma como se propone.
Y hay más razones para el rechazo. El presidente Petro aumentó hasta el techo el precio de la gasolina y ya inició la escalada del diésel. Por mala planeación y decisiones ‘populistas’ ahora se nos vienen dos alzas ‘pegadas’ en peajes. Los ciudadanos se aterran diariamente por las denuncias de corrupción, hasta del propio ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, en la Unidad para la Gestión del Riesgo. Le sacaron la plata a los más vulnerables para comprar el voto de parlamentarios en el gobierno del ‘Cambio’, al que ya se le aprobó una reforma tributaria en el año 2022.
Qué culpa tenemos del pobre recaudo de impuestos por parte de la DIAN. Qué culpa tenemos de que el Gobierno se raje en la ejecución presupuestal. Lo dijo nuestro presidente Efraín Cepeda: “Presidente, enfoque sus esfuerzos en los $97 billones que tienen sin ejecutar (30% del total) antes de una reforma que ponga más obligaciones a los colombianos”. Cierto. Aún hay $150 billones que no han sido destinados en las entidades oficiales. Hay sectores con menos del 40 % de ejecución de lo asignado para el 2024. Juzguen ustedes: Ministerio de Igualdad y Equidad de Francia Márquez 2,75 por ciento de ejecución; el Dapre, 21, 2; y Deporte, con 23,9.
Con esperanza, los conservadores seguiremos actuando y protegiendo los intereses de ustedes y de la macroeconomía nacional. Y el Gobierno debe concentrarse en mejorar la eficiencia del gasto; acabar burocracia; bajar sueldos; priorizar necesidades sociales; reducir los gastos fiscales, simplificar el sistema de impuestos y atajar la evasión.
Siguiendo estas recomendaciones podrían aumentar los ingresos; se estimularía la inversión; y se promovería la progresividad en el sistema de impuestos sin necesidad de nuevos.