Más compungido no pudo amanecer ayer el Huila por cuenta del crimen del líder comunal y dirigente cafetero del sur del departamento, Nelson Guzmán Saavedra, en medio de un atraco ocurrido el fin de semana pasado a plena luz del día en la carrera Segunda con calle 17 del municipio de Pitalito.
Como se sabe, el señor Guzmán Saavedra, tras retirar una gruesa suma de dinero en efectivo de una entidad bancaria, fue interceptado por una banda de delincuentes armados. El cafetero reaccionó y accionó su arma de fuego, logrando impactar y matar a uno de los fleteros. En el intercambio de disparos, también fue herido. Alcanzó a recibir atención médica, pero en las primeras horas del domingo se supo de su fallecimiento como consecuencia de un tiro que sufrió a la altura de su pecho.
Sobre el fletero abatido, fue identificado como Iván Darío Salazar, tenía 24 años de edad, era conocido como ‘Bambi’ y contaba con numerosas anotaciones judiciales por hurto, concierto para delinquir, uso de menores para la comisión de hechos delictivos, entre otros delitos.
El asesinato del señor Guzmán Saavedra, quien además era presidente de la Junta de Acción Comunal de la vereda Zanjones de Pitalito, ha conmovido a los laboyanos, en especial, en el sector cafetero, en donde gozaba de gran aprecio. Las manifestaciones de pesar e indignación no se han hecho esperar.
Este caso despierta varias reflexiones. Definitivamente, la delincuencia está al acecho y es algo que tanto autoridades como ciudadanía deben tener en cuenta para no bajar la guardia.
Es urgente que el Departamento de Policía Huila y la Fiscalía General de la Nación adelanten las investigaciones que conduzcan al desmantelamiento de la banda que perpetró el fleteo. Muy seguramente, si no se actúa pronto, estos delincuentes ejecutarán nuevos atracos en esta Navidad y fin de año.
Este es un llamado para que la Policía fortalezca no sólo sus planes de prevención sino sus labores de vigilancia y de inteligencia en los principales municipios del Huila.