El arquitecto Fabio Afanador Tobar, nacido en Neiva el 17 de julio de 1932, dejó una profunda huella en la arquitectura y el urbanismo no solo de su ciudad natal, sino de Colombia en general. Con una vida dedicada al diseño y la construcción, su legado perdura en cada uno de los proyectos que llevó a cabo durante más de 50 años de carrera. Esta es su historia.
Hernán Guillermo Galindo M
hernan.galindo@lanacion.com.co
Fabio Afanador Tobar, 1932-2022, fue un destacado arquitecto huilense, cuya trayectoria dejó una huella imborrable en la arquitectura y el urbanismo de Colombia. Con más de cinco décadas de ejercicio profesional, se destacó por su excelente técnica, su visión urbanística y su capacidad para liderar proyectos de gran envergadura que transformaron el entorno construido de su región y del país.
Su formación como arquitecto la realizó en la Universidad Nacional de Colombia en 1962. Afanador inició su carrera diseñando y construyendo instalaciones penitenciarias modernas y funcionales para el Ministerio de Justicia, entre ellas reformas y ampliaciones en la cárcel Modelo y La Picota en Bogotá. Su meticulosa atención a la funcionalidad y seguridad de los espacios penitenciarios le permitió destacar desde el inicio de su carrera.
En el urbanismo se destacó como secretario de Obras Públicas Municipales en Neiva, desde donde lideró la planificación urbanística del barrio Santa Isabel en diversos municipios de Huila y participó en proyectos habitacionales emblemáticos como el barrio Los Samanes, para empleados de la hacienda departamental.
Su capacidad para combinar funcionalidad, estética y sostenibilidad marcó sus obras urbanísticas.
Entre sus proyectos más emblemáticos se encuentran nuevas sedes de la Gobernación del Huila y el edificio nacional centro administrativo en el Parque Santander de Neiva, Centro Cultural y de Convenciones de Neiva, infraestructura educativa y de salud, como la Facultad de Medicina de la Universidad Surcolombiana, ampliación de la clínica del Instituto de Seguros Sociales y diversos núcleos escolares rurales.
Como empresario tuvo una visión empresarial en la que lideró proyectos residenciales y comerciales como el condominio alto de Manzanillo, el condominio campestre Monte Loma, el edificio Toma Real y el multifamiliar Las Ceibas.
Además, su habilidad para entender las necesidades locales lo llevó a desarrollar viviendas personalizadas y a intervenir en proyectos de infraestructura cafetera, agrícola y energética en municipios como Gigante, Yaguará y Aipe.
Su legado trasciende lo físico, marcando a futuras generaciones con su ética de trabajo, compromiso con el desarrollo regional y amor por su tierra.
Dejando huella
El arquitecto Fabio Afanador Tobar, nacido en Neiva el 17 de julio de 1932, dejó una profunda huella en la arquitectura y el urbanismo no solo de su ciudad natal, sino de Colombia en general. Fue pilar fundamental para la modernización de Neiva, después del temblor del 9 de febrero de 1967.
En la celebración de los 50 años de la Sociedad Colombiana de Arquitectos, capítulo Huila, su vida y obra fueron objeto de un homenaje, como uno de los fundadores y constructores del camino que hoy siguen otros como abanderados de su legado. Uno de sus sobrinos, Andrés Afanador Armenta, arquitecto como su tío, destacó que escogió esta profesión influenciado por el trabajo y legado de Fabio Afanador Tobar.
Vida y obra
Hijo de Antonio José Afanador Oviedo y Justina Tobar Gutiérrez, Fabio fue el menor de varios hermanos, todos ya fallecidos, que también destacaron en diversas áreas profesionales. Jaime Afanador, exgobernador del Huila; Rodolfo Afanador, magistrado y ministro plenipotenciario; Mario Afanador, magistrado y presidente del tribunal superior. Y las damas Fanny y Estela.
El arquitecto Fabio Afanador estuvo casado con la dama Clarita Ángel y, de su matrimonio de 50 años, a su muerte dejó tres hijas: Rocío, Carolina y Lina.
A los 18 años, se graduó de bachiller en el Colegio Santa Librada de Neiva, y poco después se trasladó a Bogotá para estudiar arquitectura en la Universidad Nacional de Colombia, donde se graduó en 1962. Ese mismo año, comenzó a ejercer como arquitecto en el Ministerio de Justicia, donde lideró reformas y adiciones en centros penitenciarios como la Cárcel Modelo de Bogotá, entre otros proyectos de gran importancia.
Su carrera, sin embargo, no se limitó a la administración pública. En 1963, Fabio fue designado secretario de Obras Públicas del municipio de Neiva, por el alcalde Guillermo Falla, y desarrolló planes urbanísticos, como la planificación del barrio Santa Isabel, y construyó núcleos escolares en municipios como Campoalegre y Guadalupe. También diseñó y construyó viviendas en el barrio Los Samanes para empleados de Hacienda Departamental.
Impulsó importantes proyectos urbanísticos y la construcción de viviendas, así como escuelas y otras infraestructuras vitales para la región. Su pasión por el desarrollo de su tierra lo llevó a fundar su propia empresa de construcción y asesoría, donde durante más de tres décadas lideró el diseño y la ejecución de proyectos emblemáticos en el Huila.
Entre las obras más destacadas de su carrera se encuentran la construcción de la nueva sede de la Gobernación del Huila, el Edificio Nacional en Neiva, la Facultad de Medicina de la Universidad Surcolombiana y el Centro Cultural José Eustasio Rivera. Además, diseñó y construyó más de 15 residencias para familias de Neiva, transformando la ciudad y su entorno en un lugar más moderno y funcional.
Su visión también se extendió al sector petrolero y comercial, siendo fundamental en la construcción de instalaciones para empresas como HOCOL y la Compañía Nacional de Chocolates. Su enfoque en la calidad y el compromiso con la comunidad lo llevaron a ser reconocido no solo como un gran arquitecto, sino como un hombre íntegro, cuya ética profesional fue siempre un referente para sus colegas.
Durante su vida, Fabio Afanador Tobar no solo dejó una marca en las ciudades y edificaciones que transformó, sino también en las generaciones de arquitectos que lo consideraron un mentor. En 2022, a los 90 años, falleció, dejando un legado que sigue vivo en cada rincón de Neiva y más allá. En su memoria, la Sociedad Colombiana de Arquitectos del Huila rindió homenaje a su incansable labor, recordándolo como un pilar en el desarrollo urbanístico de la región.
Fabio no solo construyó edificios, sino también sueños, convirtiéndose en un verdadero arquitecto del futuro de su comunidad, cuyo trabajo sigue siendo inspiración para todos los que creen en el poder de la arquitectura como transformadora de la sociedad.
Biografía de Fabio Afanador Tobar
Fabio Afanador Tobar nació el 17 de julio de 1932 en Neiva, Huila, y falleció el 20 de noviembre de 2022, a los 90 años. Fue hijo de Antonio José Afanador Oviedo y Justina Tobar Gutiérrez, y hermano de Jaime, Rodolfo, Fanny, Estela y Mario, todos ya fallecidos.
Comenzó su formación en el Instituto Huila Padre Genaro Díaz Jordán entre 1940 y 1944, completando su bachillerato en el Colegio Santa Librada en 1950. En 1955, inició estudios de arquitectura en la Universidad Nacional de Bogotá, graduándose el 6 de marzo de 1962, y ejerció esta profesión con pasión y compromiso durante más de 50 años.
Trayectoria profesional
Afanador comenzó su carrera diseñando y ejecutando proyectos en el sistema penitenciario, incluyendo reformas en la Cárcel Modelo y La Picota en Bogotá. Lideró la construcción de hospitales y pabellones quirúrgicos, además de dirigir proyectos para cárceles en todo el país.
Secretaría de Obras Públicas Municipales de Neiva (1963):
Desarrolló planes urbanísticos, como la planificación del barrio Santa Isabel, y construyó núcleos escolares en municipios como Campoalegre y Guadalupe. También diseñó y construyó viviendas en el barrio Los Samanes para empleados de Hacienda Departamental.
Como empresario y contratista independiente (1964 en adelante):
Durante más de 30 años, contribuyó al desarrollo arquitectónico y urbanístico del Huila y otras regiones. Lideró proyectos de gran relevancia como:
- La nueva sede de la Gobernación del Huila.
- El edificio de la Caja de Compensación Familiar del Huila y la Facultad de Medicina de la Universidad Surcolombiana.
- La modernización de la Hemeroteca Nacional en Bogotá y la sede de ICETEX en Neiva.
Proyectos destacados:
Fabio diseñó, construyó o realizó interventoría en múltiples obras significativas:
- Oficinas y bodegas para instituciones como la Federación Nacional de Cafeteros y Telefónica del Huila.
- Remodelaciones en clínicas y escuelas urbanas, como el Instituto de Seguro Social en Neiva y escuelas para el Instituto Colombiano de Construcciones Escolares.
- Viviendas y condominios, incluyendo el Condominio Altos de Manzanillo y el Multifamiliar Las Ceibas en Neiva.
- Infraestructura rural como beneficiaderos de café en fincas de Gigante y sistemas de riego en Yaguará.
Clubes y alianzas:
Trabajó en la remodelación y ampliación del Club Campestre de Neiva y participó en el diseño del Gimnasio Yumaná junto al arquitecto Raúl Fernández.
Contribuciones industriales y petroleras:
Lideró obras civiles en el Campo Dina en Aipe y la Estación de Servicio para Inversiones Baché, además de intervenir en proyectos para la petrolera HOCOL.
El arquitecto Fabio Afanador Tobar dejó una huella profunda en la infraestructura y el diseño urbanístico de su región y el país. Sus obras no solo contribuyeron al desarrollo de Huila, sino también al fortalecimiento de instituciones educativas, culturales y empresariales. Generó empleo, impulsó la modernización arquitectónica y mejoró la calidad de vida de sus comunidades.