Nací en Neiva. Aunque mi vida la he pasado en Bogotá, me siento muy afortunado de poder de alguna manera decir que tengo algo de opita.
Soy arquitecto con estudios de postgrado en diseño urbano y paisajismo, oficios en los que he ejercido mi profesión durante más de 35 años. Hoy desde la distancia escribir sobre cómo me gustaría ver a mi ciudad natal.
Los dos puntos de partida para la construcción de una ciudad en este lugar son: el Rio Magdalena y su temperatura ambiental, que de hecho van de la mano, pues el mejor aliado para controlar las altas temperaturas es el rio. ¿Se ha tenido en cuenta el río como factor controlador de la temperatura en el diseño de la ciudad? En Colombia son raras las ciudades que han considerado sus cuerpos de agua para la concepción del urbanismo y no son pocas las que los han convertido en receptores de aguas servidas.
De los errores se aprende y tanto más de los ajenos, es así como una ciudad con 350.000 habitantes se puede decir que todavía está en construcción. Las grandes ciudades del mundo, París, Londres, Nueva York, Chicago y tantas otras han hecho de sus cuerpos de agua eje central de su concepción y desarrollo; hacia ellas deben mirar las nuestras. Neiva tiene una rivera sobre el Magdalena que pude superar los 10 kilómetros y su malecón apenas supera el kilómetro, si bien es un sitio agradable; por estar situado en un sector de baja densificación, no se percibe seguro, máxime en horas de la noche, y aquí un punto importante; está escrito en múltiples estudios, la mejor forma de controlar un espacio es dándole un uso permanente como lo es la vivienda, esto tendría un doble propósito; el de ofrecer seguridad a la vez que la reducción de la temperatura ambiente, amén de proporcionar amplia luminosidad y agradable visual para quienes la habiten o visiten. En las ciudades arriba mencionadas, los predios más cotizados suelen estar en la rivera de sus cuerpos de agua, así no pasa en las nuestras. Claro, esto no se logra de la noche a la mañana. Son muchas las maneras que el estado tiene para dirigir el desarrollo de una ciudad.
Creería que el diseño de unas políticas urbanas que incentiven la densificación del sector podría hacer de Neiva la ciudad que yo sueño. Esto debe ir acompañado de una política de creación de un sistema de espacios verdes para la recreación y contemplación al interior de la ciudad.