LA NACIÓN.com.co habló con el Sub intendente Ariel Catillo, quien cuenta cómo encontró y devolvió cinco millones de pesos en Pitalito. El dueño de la plata lo invitó a cenar.
Esto fue lo que dijo el Sub intendente Ariel Catillo Escobar de 32 años de edad, nativo de la Dorada, Caldas y quien lleva laborando aproximadamente 12 años en la institución, dos en Pitalito y se siente muy agradecido de estar laborando en el municipio, donde “la gente es muy cordial y amable”.
Detalladamente, ¿qué fue lo que ocurrió?
Me encontraba en servicio de Seguridad Bancaria en Pitalito y aproximadamente siendo las 9:00 de la mañana, por donde baja su vehículo deja caer un fajo de dinero sobre la entrada a la entidad y en donde se conocía al parecer de quién era ese dinero no muy puntual a quién se le había caído. Pensamos inicialmente que era un paquete chileno y al acercarnos hacia el fajo, se identifica que es dinero completamente de denominación de 50 mil pesos, es un aproximado de cinco millones, se le informa a la entidad bancaria, a unos funcionarios que si alguien pregunta por este dinero, que por favor como policía yo lo tengo, sin embargo se espera un tiempo prudente en la parte externa de la entidad donde esa persona buscando su dinero, preguntando, averiguando que si habían visto a una persona recogiendo el dinero por ahí, donde le hice unas preguntas muy contextuales para verificar si el dinero era de él, de cuánto era el valor y demás y con qué fin venía la entidad, y exactamente acertó las preguntas, donde se le indica que yo tengo el dinero y se le hace la entrega formal como tal al señor, el cual quedó muy agradecido con nuestra función policial.
¿Usted estaba acompañado o estaba solo en el momento en que vio el fajo de billetes?
Yo me encontraba con una persona al lado mío nada más que también labora con nosotros en nuestra institución.
¿Usted qué pensó en ese momento, de alguna manera nosotros somos seres humanos, tenemos deudas, se le pasó algún pensamiento oscuro de repente?
No, en ningún momento, sabía que el dinero era de alguna persona, que debía ser devuelto a esa persona que de igual forma tiene necesidades en la parte económica como todo ciudadano, por las necesidades de nuestro diario vivir. Desde un principio fui consciente de que el dinero debía ser devuelto a la persona indicada, pero tenía que ser muy prudente para que no fuera a aparecer otra persona diferente.
¿Qué le dijo el señor cuando lo vio, cuando usted le devolvió los cinco millones, qué cara hizo, qué le dijo?
Quedó muy agradecido, muy sorprendido, me dijo: muchas gracias, que personas como nosotros todavía en la institución son las que merecen estar laborando, que gracias por mi función y menos mal que me los encontré yo como un policía y no un ciudadano del común, porque posiblemente ese dinero no hubiera sido encontrado.
¿A usted qué le dio la institución o el señor, le dio recompensa o no?
Entre la ética policial, el señor quedó muy agradecido y nosotros vamos sin ánimo de lucro, de todas formas no se puede manifestar de que el señor en su agradecimiento, dio un reconocimiento como persona y una invitación a comer, donde él desea compartir conmigo y mi familia para dar una gratificación de una forma más puntual y del agradecimiento por el evento que ocurrió.