Soluciones perversas. Por Miguel Ángel Tovar

En los cincuenta del pasado siglo, el 75% de la población vivía en las tres cuartas partes del territorio que constituye la Colombia Rural, tal como lo publica “Semana” con el Instituto de Ciencia Política HEO.  Espacio propicio para el desarrollo del conflicto entre guerrillas contra Estado y  contra paramilitares y estado; Los cultivos ilícitos; las Bacrim, la colonización selva adentro; los daños ecológicos y ahora la explotación minera cielo abierto. El permanente desplazamiento forzado obligó a huir a màs de la mitad del campesinado y hoy menos del 25% de la población vive en el campo. Por eso la concentración de la tierra aquí, es una de las màs altas del mundo. En seis décadas de guerra ¿Cuántos millones de hectáreas fueron despojadas? ¿Cuántos poseedores de tierra sin título formal? Miles de campesinos sin tierra, otros miles con microfundios y unos pocos con miles de hectáreas logradas por la violencia. El índice Gini que mide la desigualdad, arroja un 0,88 en lo rural, mientras que en el resto del país tenemos 0,58, cifras deshonrosas si nos comparamos con Perú o Brasil, que han logrado reducir la pobreza, mejorando de paso ese indicador. Mientras que en las ciudades la pobreza llega al 30% y la indigencia al 7%, en la zona rural los pobres son el 65% y los indigentes el 33%. Y eso que éste como el anterior gobierno, redujeron la pobreza solamente cambiando de metodología. Uribe tuvo que cambiar a dos directores del Dane, para que las cifras de desempleo y pobreza le bajaran. Santos  también logró bajar las cifras de pobreza y desempleo. La fórmula, solo es cuestión de método, es decir  la manera como usted caracteriza y cuanta a los pobres. Haga Clic aquí y desaparecen como por encanto un millón de pobres. El Estado ha querido atacar las desigualdades, subsidiando perversamente a los privilegiados, o con programas como AIS, para los ricos del campo. Los congresistas con su proyecto de ley para mejorarse sus pensiones contrariando el Acto 01 del 2005, que puso un tope de 25 salarios mínimos para las pensiones màs altas. Ya un exsenador opita que ni suena ni truena ni tampoco hizo algo por el Huila, aparece con la pensión estatal màs alta: $31 Millones.