Los sueños de Héctor Alfredo Vargas León, un estilista neivano, se esfumaron cuando lo sorprendió extrañamente la muerte. Se hizo la liposucción en un spa de la capital opita, pero semanas después, al parecer por una fuerte gripa, terminó sin vida. Las autoridades examinan si la intervención quirúrgica pudo acelerarle su muerte.
En mayo de 2014 una gripe apareció en su cuerpo. Era extraña, fuerte, prolongada. Los amigos de Héctor Alfredo Vargas León, estilista neivano, le pedían que fuera al médico, que se valorara de un especialista porque no era normal.
Héctor Alfredo Vargas León, era conocido por sus amigos y familiares como Camilo León.
El huilense de 34 años, a quien le llamaban Camilo León y era reconocido por sus confecciones en el taller de modistería de José Luis Roldán, siguió enfermo, pero no ‘pisó’ una clínica por temor, quizá por descuido, como recuerdan sus parientes. Y aun así, con su tos insoportable, optó por darle un toque de gusto a su vanidad: quiso estar delgado, quemar unos kilos de más, unos ‘gordos’- como él les llamaba- que le incomodaban.
Y los arreglos en su cuerpo eran justificados para Camilo. Tenía pensado hacer parte del Reinado Nacional Trans del Bambuco (Lgtbi) que se realiza anualmente en Neiva. Aunque siempre estuvo involucrado en estos eventos, este año quiso participar representando a la ciudad de Medellín, pues su padre residía allí y tenía contactos para hacerlo.
Empezó con un diseño de sonrisa, ya se había hecho uno, pero quería uno nuevo. Comenzó a practicar dietas, pues estaba algo subido de peso y su estatura era de 1,70 centímetros.
Camilo llevaba varios años trabajando en el salón de belleza 'José Luis Roldán' en Neiva.
Fue el 15 de agosto de 2014, 20 días antes de iniciarse el concurso al Reinado Nacional Trans del Bambuco 2014. Llegó a un spa de la capital opita.
“Le durmieron medio cuerpo, él sentía cuando le estaban haciendo la lipo”, dijo uno de sus grandes amigos, John Alexander Martínez.
La cirugía terminó bien, el postoperatorio marchaba perfectamente, pero su gripa aún seguía invadiendo su cuerpo.
Camilo León con la actriz y cantante electro – carrilera Marbelle.
“Estando aún con la tos y esa terrible gripa, se hizo la lipo, le habíamos dicho que no era buen momento para hacérsela porque estaba enfermo, bajo de peso por las dietas, muy posiblemente tenía las defensas por debajo de lo normal”, mencionó Alexander, conocido como Alexa.
Los días pasaron y el virus amagaba con esconderse. Eso no importó para que él desistiera del Reinado. Quiso participar y lo hizo. Bailó sanjuanero, desfiló en pasarela, respondió preguntas del jurado y obtuvo el tercer puesto. Se coronó Princesa del Reinado Nacional Trans 2014.
“Fue un verraco, muy fuerte, estaba enfermo, pero no se quejaba”.
A la derecha Camilo, participando del desfile en el Reinado Nacional Trans del Bambuco 2014.
Sin embargo, su salud le pasó una cuenta de cobro. Comenzó a deteriorarse con el paso de los días. Sus amigos, José Luis Roldán y Alexander -con los que trabajaba en el salón de belleza ‘José Luis Roldán’- constantemente le pedían que visitara al médico, pero no lo hacía. Luego lo hizo, pero era demasiado tarde.
El fuerte virus de la gripa le complicó el posoperatorio de la liposucción. A raíz de la intervención médica, le había dado infección intestinal, “creo que le pasó porque al realizarse la lipo, no estaba muy bien de salud y le trajo esas consecuencias”, expresó su amigo Alex.
Pero los médicos no solo le habían diagnosticado la infección, también presentaba hongos en ambos pulmones. El jueves 18 de septiembre su estado de salud se complicó, fue internado de urgencias en el Hospital Universitario Hernando Moncaleano de Neiva.
Dos días después de su estancia en el hospital, su situación se agravó y fue remitido a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI). Estaba en coma inducido.
Camilo León a la derecha como Señorita Medellín en el Reinado Nacional Trans 2014.
Los días pasaron, pero no había noticias alentadoras de su salud. “Había perdido los pulmones, los médicos decían que si vivía era un milagro, y si lo hacía, debía permanecer toda su vida en una silla de ruedas y con la pila de oxígeno al lado”, contó su amigo Alex, quien resaltó su profesionalismo como peluquero.
El miércoles 24 de septiembre, una semana después de su hospitalización, su corazón dejó de latir. Eran cerca de las 5:00 de la tarde cuando la mala noticia fue entregada a sus familiares y amigos. Los pasillos de la UCI se llenaron de dolor, los llantos de su madre no dieron espera, su hijo había fallecido y con él, una parte de su vida.
Camilo sobresalía por el profesionalismo en su trabajo.
Sus amigos lo recordarán como un ser humano dedicado, servicial y muy profesional en su carrera. Sus clientas lo estimaban, lo apreciaban. Sus seis hermanos, familia, todos, siempre lo llevarán en sus recuerdos. Las autoridades de salud indagan si la liposucción, con unas bajas defensas producto de una gripa, pudieron acelerarle la muerte. De momento, nadie lo confirma.
Al parecer la fuerte gripa que padecía, le complicó el posoperatorio de la liposucción que se había realizado en el mes de agosto.