La Nación
‘Hay que reestructurar nuestra manera de pensar’ 1 19 septiembre, 2024
ENTREVISTA

‘Hay que reestructurar nuestra manera de pensar’

El científico colombiano con amplios contactos en el Huila, Jorge Eduardo Rincón Viatela, residenciado hace 35 años en Europa, se encuentra en Neiva y en diálogo con LA NACION comparte su visión y experiencia de la educación, la ciencia, la tecnología, la investigación y la labor de la universidad pública. El científico colombiano con amplios contactos en el Huila, Jorge Eduardo Rincón Viatela,  residenciado hace 35 años en Europa, se encuentra en Neiva y en diálogo con LA NACION comparte su visión y experiencia de la educación, la ciencia, la tecnología, la investigación  y la labor de la universidad pública. ‘Se debe pasar del culto al aparato a aprender a pensar’. Heber Zabaleta Parra LA NACION, Neiva No tiene la ‘pinta’  de científico, pero sí los conocimientos. Y es que  cada frase la dice con convicción, producto de sus estudios, de sus experiencias académicas y de vida, pero sobre todo con el ‘efecto humano’ que sabe y reconoce es fundamental para hacer de esta sociedad de hoy, una mejor comunidad para todos. Dr RincónSe divierte en la piscina y disfruta del calor, humano y de temperatura de Neiva, como cualquier turista, pero con la nostalgia de quien retorna a sus orígenes en busca de recuerdos, rostros, olores, amigos y amores, con el propósito de compartir aprendizajes, reflexiones y esperanzas con sus paisanos sobre el mundo, las relaciones humanas y el futuro. Se trata del Doctor en Ciencias Médicas, Ph.D. del Instituto Karolinska de Suecia y experto en traumatología psiquiátrica Jorge Eduardo Rincón Viatela, quien luego de 35 años de residencia en Europa y nueve años de no venir a  Neiva, está aquí  por invitación de su hermana, la dirigente Ana Cristina Rincón de Cabrera, reencontrándose con sus raíces, e igualmente trayendo análisis que sirvan para crecer de manera armónica. Por ello, en entrevista con LA NACION, el científico Rincón Cabrera experto en temas sensibles como abuso sexual(hoy estará ofreciendo una conferencia en la Cámara de Comercio de Neiva), trastornos de estrés postraumático, ansiedad y problemas afectivos, trastornos de personalidad, comunicación y pedagogía, terapia de pareja y atención psiquiátrica al personal de Salud, destaca la necesidad de reestructurar nuestra manera de pensar, cuestionarse de para qué me educo, fomentar la investigación humanística, dejar el culto al aparato tecnológico, volver a lo simple, promover las alianzas universidad pública-empresas privadas, que los periodistas tengan tener memoria y continuidad. ¿Qué piensa usted de la vinculación de capital privado a la educación pública y toda la polémica y movilización que se vivió en el país el año pasado con la reforma a la Educación Superior? Yo encuentro muy difícil de entender, bajo la mentalidad y  formación adquirida en Europa, como la población estudiantil reaccionó de esta manera, porque en Europa es lo que se hace hoy por hoy. La empresa privada se vincula a la universidad pública para financiar los proyectos de investigación, tener un acercamiento con la academia y hacer de la educación algo activo, productivo, que ayude al progreso del país, ocupándose de las preguntas que son actuales para la sociedad respectiva. ¿Cómo es la experiencia en Europa? En el Instituto Karolinska donde estudié y trabajé tantos años, los proyectos se financian con el aporte privado. La Universidad presta su logística, su ortodoxia, su conocimiento, y la empresa privada el capital y las preguntas que  necesitan resolverse para el progreso de la sociedad.  De esta manera el estudiante está ocupado de manejar la realidad y cuando  presentan sus tesis, no son trabajos abstractos, sino que tienen mucho que ver con la realidad del país y esto facilita su entrada al mundo laboral y productivo. Sin embargo, los líderes de la protesta estudiantil consideran que el sector privado querrá recuperar su inversión y esto estaría restringiendo el ingreso de personas de escasos recursos a la universidad pública. Su opinión. Me cuesta entender realmente esa reflexión, porque yo pienso que si yo trabajo en una universidad colombiana y con los recursos económicos me comprometo a manejar un proyecto concreto, estoy resolviendo una pregunta, entrenando a mi gente para solucionar problemas y considero que eso no debe ser motivo para que la universidad sea manipulada por los intereses privados. De acuerdo con sus logros en Europa, ¿qué hacer en Colombia para impulsar la Ciencia y la Tecnología? Lo primero es reformular las reflexiones con respecto a ¿para qué me educo yo? Pienso que un individuo se educa para ser capaz de ser autosuficiente, vincularse al desarrollo del país. Asimismo, entender que la Ciencia se hace y tiene como función ayudar al bienestar de la humanidad y para ello debo comprender la realidad en la cual vivo y estar en mi campo de batalla, entendiendo las necesidades de mi región, de mi comunidad, y procurar las alianzas entre todos los sectores, conviviendo lo privado con lo público. El Gobierno Nacional aprobó una reforma al sistema de regalías que recortó los recursos directos a las regiones productoras, pero creó una gran bolsa para financiar proyectos de Ciencia y Tecnología. En ese sentido, ¿el Huila a qué debería apostarle en este esquema? De mi experiencia trabajando en Colombia, se constata que cuando no hay tradición investigativa, científica, este dinero suele mal usarse, derrocharse, pues no hay una manera eficiente de canalizarlo. Yo recomendaría al Huila que tratarse de generar fuertes alianzas que contribuyan a aprovechar correctamente esos recursos a los que se puedan acceder. Doctor, a veces se piensa que Ciencia y Tecnología debe reflejarse sólo en aparatos, ¿cómo hacer para cambiar esta mentalidad y que progreso y desarrollo no es únicamente aparatos tecnológicos y que también está en la formación humanística de los hombres y mujeres? Yo diría que es un tema muy  importante y  a veces no le damos el suficiente protagonismo. Es fundamental reestructurar nuestra manera de pensar, sacar fantasmas de nuestra historia,  recobrar la confianza en nosotros mismos y ocuparnos de nuestra propia realidad. Cuando estudié en Colombia, aprendí que nosotros hacemos mucho culto a los aparatos, a la ilustración. Era muy típico que cuando íbamos a reflexionar sobre un tema cotidiano, cualquiera que fuese, siempre se estaba haciendo referencia a la historia del contexto universal, lo cual llevaba a que sólo un grupo pudiera opinar, y eso implicaba unos restos de colonialismo. ¿Cómo hacer la tarea desde el hogar, la familia, para canalizar los impulsos, las ideas de las nuevas generaciones y el entorno no lo vaya a desviar? Lo primero es ser más simple en nuestra manera de pensar y no ‘filosofar’ y hablar tanto. Hay que distinguir entre lo bueno y lo malo, y no decir que todo es relativo. Yo pienso que la educación debe retomar los verdaderos estudios filosóficos y hacer énfasis en la ética, pues somos muy hábiles en la palabra pero perdemos el foco de la discusión, somos muy macondianos y problemas de índole moral se tergiversan, y un caso reciente fue el relacionado con el ‘Bolillo’ Gómez. Uno oía las discusiones de los periodistas y todo era ambivalente con respecto a un hecho que era supremamente claro e inadmisible, independiente que fuera el mejor técnico del mundo. Y se le suman las declaraciones desafortunadas de una congresista antioqueña, es decir se prestó a muchas interpretaciones, lo cual habla de la pobreza ideológica que se está manejando. Esto lleva al caos y muchas personas ganan con este desorden y por ello es necesario reformular  lo que debemos hacer con nuestra juventud, nuestra sociedad, es decir enseñar a pensar y diferenciar lo correcto de lo incorrecto sin tantas vacilaciones. Según su experiencia médica-científica, ¿cuál es el problema psiquiátrico que hoy en día más afecta a nuestra sociedad? Yo diría que en Colombia el mayor problema es que hay muchos traumas no trabajados. Colombia es un país con mucho dolor, con un número infinito, infinito de historias dramáticas que cada quien lleva escondida dentro de sí y no encuentra acomodo dentro de la realidad,  y siempre se están ocultando debajo del tapete, por decirlo así, se esconden con el humor, con el chiste, pero  llevan a que convivamos con mucho dolor en el alma, con traumas psíquicos que se han normalizado, lamentablemente. De acuerdo con su vivencia en Europa, ¿cómo evaluar el papel del periodismo en esta sociedad? Yo les recomendaría a los periodistas que es muy importante tener memoria, continuidad, porque muchísimas veces aquellos elementos o factores que nosotros mismos como ciudadanos criticamos y censuramos, porque nos parecen inadecuados, a veces se pueden perpetuar gracias a que el periodista colabora, difunde o le hace propaganda a este tipo de individuos o comportamientos no correctos. El periodista debe tener mucha memoria de lo que vio, oyó y tener ese rol  de ser la voz de la sociedad, confrontar al individuo que tiene un liderazgo para que verdaderamente lo ejerza de manera adecuada, responsable. Un periodista debe ser inquisitivo, intransigente, ortodoxo, y siempre servirle  a la comunidad. Perfil Estudia Medicina General en Rumania gracias a una beca que se ganó en el Icetex en 1979. Luego sigue las especializaciones de Psiquiatría, Psicoterapeuta y Traumatología Psiquiátrica en Estocolmo. Hace su  Ph.D. en Fisiología Clínica y un Doctorado en Ciencias Médicas en el Instituto Karolinska en Suecia. Habla castellano, sueco, inglés, rumano e italiano. Distinciones Científicas en Colombia: Premio Nacional de Investigación en pediatría, Colsubsidio 200; Coordinador Red Nacional de Investigadores & Profesionales Colombianos en el Exterior, Colciencias 1990-1998; Durante este periodo profesor invitado en las universidades de Antioquia, Nacional de Colombia, del Valle, Surcolombiana y de la Amazonia. Ocupación actual: Jefe del servicio de Urgencias Psiquiátricas, Norrköping, Östergötland; director científico de Skandinavisk Mental Hälsa (Salud Mental Escandinava); Servicio privado de atención psiquiátrica, Estocolmo; Supervisor académico y clínico de internos y residentes en Psiquiatría, Universidad de Linköpin, y Perito psiquiátrico del servicio de salud de Estocolmo.