En medio de un debate sobre presuntas inhabilidades, la economista Indira Burbano se posesionará mañana como nueva Contralora General del Huila, cargo que logró en una reñida elección en la Asamblea Departamental. Independientemente de la procedencia de quienes cuestionan su elección, la funcionaria tendrá que demostrar gestión e independencia. En medio de un debate sobre presuntas inhabilidades, la economista Indira Burbano se posesionará mañana como nueva Contralora General del Huila, cargo que logró en una reñida elección en la Asamblea Departamental. Independientemente de la procedencia de quienes cuestionan su elección, la funcionaria tendrá que demostrar gestión e independencia. Las contralorías ejercen un rol fundamental frente a la lucha contra la corrupción, desarrollando sus atribuciones de supervisar la correcta y transparente utilización de los recursos públicos. Esa es la misión. La Contralora deberá garantizar la recta utilización de los recursos públicos. Su función esencial en la dinámica administrativa de la hacienda pública es el control que asegure el cumplimiento de las normas de jerarquía constitucional y de las leyes en ella enmarcadas, y a la vez la aplicación de principios técnicos y científicos que hacen a la economicidad y a la eficiencia. Las contralorías no hacen parte de la rama administrativa, ni ejercen funciones de gobierno o de ejecución administrativa puesto que su tarea constitucional es esencialmente de control. Esta autonomía funcional y orgánica de las contralorías no sólo tiene como finalidad fortalecer el control fiscal sino también hacer frente a las disfuncionalidades que dicho control puede generar. Por lo mismo, el órgano de control no forma parte de las entidades que controla; es autónoma e independiente y no está sujeto a las directrices y pautas que le pueden señalar las entidades que han de ser controladas y menos de quienes dependió su elección. La función fiscalizadora de ninguna manera puede llegar a detentar poderes capaces de causar interferencia o determinar coparticipación en la actividad administrativa. En ningún caso las agencias de control de la gestión fiscal de la administración, pueden llegar a constituirse paralelamente en un aparato de coadministración. Ni pueden doblegarse ante las pretensiones de las entidades vigiladas. Esa es la garantía que la sociedad civil exige. Y no será fácil para remplazar a su antecesor, quien terminó investigado y procesado por indelicadas actuaciones. Pero además, con bajos niveles de gestión que obligó a la Auditoría General, organismo que la vigila, a no aprobar la gestión. Aunque en la parte misional la Contraloría General del Huila cumplió con los procedimientos, el organismo fiscalizador, se ‘rajó’ en gestión, en procesos de responsabilidad fiscal, en cobros por jurisdicción coactiva y en bajos recaudos. Y no fue ejemplo ni de transparencia ni de independencia. Pese a las limitaciones le corresponderá reorientar el control con absoluta independencia para impedir que se repita el triste panorama que vivió el Huila al término de los pasados gobiernos. Mandatarios investigados, otros suspendidos y varios destituidos por sus actuaciones indelicadas deben servir de espejo. “Las contralorías ejercen un rol fundamental frente a la lucha contra la corrupción, desarrollando sus atribuciones de supervisar la correcta y transparente utilización de los recursos públicos. Esa es la misión”. EDITORIALITO Otro puente desplomado en Teruel ratifica la vulnerabilidad de la infraestructura vial en el Huila. Pero también el rezago en que se encuentra. Y desde luego justifica las protestas y reclamos de la comunidad que exige una oportuna intervención.