Los seres humanos percibimos el mundo a través de los sentidos, el poder de la mente permite visualizar futuros posibles, su capacidad de trabajo le permite volver realidad esos escenarios. De una mirada mitológica y religiosa del mundo, el hombre paso a un percepción científica, los pensamientos son materia hechos realidad, la visión tecnológica del planeta tierra, da origen a la tendencia de la prospectiva; una sociedad avanzan hacia la construcción del progreso colectivo, cuando tiene la capacidad de construir sueños de futuro con esta óptica. Haciendo uso de la miedopestiva, retrospectiva y probrepestiva, viviremos anclados en el pasado, no se puede dar saltos cuánticos, si no se realizan esfuerzos por evolucionar en la forma de pensar y concebir el mundo. Las sociedades sumidas en la pobreza no son únicamente las carentes de bienes, si no las incapaces de soñar en transformar su propia realidad. Esta corriente de pensamiento también aplica al comportamiento sociológico de las organizaciones, ellas también tienen un sistema de observar el mundo, si el talento humano en las empresas no desencadena las fuerzas de la imaginación para elaborar escenarios de negocios posibles en el futuro, serán compañías sin pensamiento estratégico, es decir no tienen capacidad de anticiparse a lo desconocido, sucumben en un mundo de constantes turbulencias y, en esa flecha inexorable del tiempo, en menos de dos años la planeación estratégica tradicional resulta incongruente, con el agravante que haciendo más de lo mismo, con ejecutivos absorbidos por el remolino de la rutina, no se logra cambios sustanciales ni permanecer en mercados competitivos. Entonces: ¿Qué hacer? Se requiere realizar vigilancia tecnológica; inteligencia de negocios; aprender con excelencia a leer el entorno; monitorear correctamente el ambiente de la empresa; edificar los escenarios de futuro; elaborar la matriz de eventos probables; el caso negocios; construir la visión-misión; objetivos estratégicos; alineación organizacional; proyectos de inversión; indicadores de gestión; seguimiento y control. La Junta Directiva es responsable del direccionamiento estratégico, el gerente como gran ejecutor del plan estratégico, debe contar con los lideres corporativos acreditados en gestión estratégica, su responsabilidad será evaluar el cumplimiento de los objetivos estratégicos, analizar desde la perspectiva de los clientes las nuevas propuestas de valor, examinar si cambia la capacidad de los procesos, evaluar las competencias del personal y, los cambios reales del desempeño financiero de la empresa, en el entendido que las organizaciones no cambian maquillando los estados financieros.