La ex primera ministra y opositora ucraniana Yulia Timoshenko inició una huelga de hambre para denunciar la “represión política” en el país y la violencia de que fue objeto en la cárcel, indicó su abogado, hechos negados por las autoridades, pero que causaron reacciones de la Unión Europea (UE). La opositora ucraniana JÁRKIV, Ucrania (AFP) La ex primera ministra y opositora ucraniana Yulia Timoshenko inició una huelga de hambre para denunciar la “represión política” en el país y la violencia de que fue objeto en la cárcel, indicó su abogado, hechos negados por las autoridades, pero que causaron reacciones de la Unión Europea (UE). “Inició una huelga de hambre el viernes”, declaró por teléfono a la AFP el abogado Sergui Vlasenko, tras visitar a su clienta en la cárcel de Járkiv, donde cumple una condena a siete años por abuso de poder. “Es una huelga de hambre indefinida. Reclama que cese la represión política en el país”, agregó. El abogado leyó a la prensa una declaración de la líder opositora, quien afirma haber sido víctima de actos de violencia cometidos por miembros del personal penitenciario cuando estaba hospitalizada la semana pasada. Timoshenko fue hospitalizada el viernes por la noche, a causa de dolores de espalda, en una clínica de Járkiv. El domingo, después de que Timoshenko rechazara someterse a un tratamiento en el hospital, fue trasladada de nuevo a la cárcel. Las autoridades afirmaron que la líder opositora había aceptado el traslado. “Tres hombres robustos se acercaron, me pusieron una sábana encima y me sacaron de la cama por la fuerza. En medio del dolor y la desesperación, me defendí como pude y recibí (…) un golpe fuerte en el vientre”, afirmó Timoshenko. “Me ataron de manos y pies y (…) me sacaron en la sábana”, agregó. Un director adjunto de la cárcel desmintió que haya habido actos de violencia contra la ex primera ministra y dijo ignorar si Timoshenko estaba en huelga de hambre o no. Aunque las autoridades negaron haber utilizado la violencia, el caso provocó la molestia de la UE, cuyas relaciones con Ucrania están tensas por el proceso en contra de Timoshenko. La Comisión Europea pidió a Ucrania dar “explicaciones urgentes” sobre su situación, según el portavoz del comisario encargado de la ampliación. El ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, se mostró “profundamente preocupado por la salud” de Timoshenko, y Rusia pidió a Ucrania dar muestras de “humanidad” con la opositora. El procurador de la región de Jarkiv, Guennadi Tiurin, confirmó que la opositora fue llevada al hospital por la fuerza, pero negó se hubiera recurrido a la violencia, en un encuentro con la prensa en Járkiv. “Fue llevada en el vehículo”, dijo Tiurin. Respecto a la violencia, “sus afirmaciones no fueron confirmadas”, aseguró. La opositora aceptó en un primer tiempo ser transportada a la clínica, pero luego lo rechazó, tras lo cual el personal decidió llevarla por la fuerza, afirmó el procurador. Encarcelada desde agosto, Timoshenko, de 51 años, fue condenado en octubre a siete años de cárcel por abuso de poder, por firmar en 2009 con Rusia acuerdos gasíferos considerados no ventajosos para el país, cuando era jefe de gobierno. Es juzgada de nuevo, desde el jueves pasado, esta vez por desvío de fondos públicos y fraude fiscal en 1997-1998 cuando encabezaba el grupo Sistemas Energéticos Unidos de Ucrania (SEUU). Sus delitos pueden ser castigados con 12 años de prisión. La opositora, uno de los líderes de la Revolución naranja de 2004, derrotada en las elecciones presidenciales de 2010 por el actual jefe de Estado Viktor Yanukovitch, denuncia que se trata de una venganza personal de éste, quien, según ella, quiere sacar de la escena política a su principal adversaria.