Durante el año 2007 conjuntamente con mis colegas Myriam Oviedo Córdoba y Julio Roberto Jaime desarrollamos el estudio denominado: familia: representaciones sociales e intervención institucional. Los participantes en el estudio, en síntesis señalaron que la familia es una institución dinámica, en evolución en la que imperan relaciones autoritarias que privilegian el poder de los adultos en general y el del padre en particular, en donde las mujeres, los niños y la niñas se someten a un poder omnímodo que los desconoce y limita sus posibilidades de expresión, participación y su reconocimiento como sujetos y titulares de derechos. Por ello se planteó la necesidad de que uno de los resultados de esta investigación fuera proponer una estrategia que tenga como eje central la construcción de relaciones democráticas al interior de la familia: la democracia, no se asume como un discurso más, es un concepto que debe estar presente en las interacciones entre los miembros de las familias y naturalmente en las relaciones de esta con la comunidad y con la sociedad en general. Para la profesora Myriam Oviedo los principios conceptúales básicos que es necesario tener en cuenta antes de emprender en proyecto democrático al interior de la familia son: Reconocer que el ser humano es social e histórico, que el desarrollo humano es la finalidad de los procesos de desarrollo social, el ser humano posee necesidades que son entendidas como potencialidades sentidas, expresadas, y objetivas. Otros conceptos que son básicos de comprender son que la diversidad es un elemento de transformación de la sociedad, que la meta de todo proceso de desarrollo social es superar la cultura de la subordinación y la dominación; dentro de este proceso la familia se constituye como un escenario para la construcción social humana orientada a la edificación del amor, el respeto y la solidaridad; los vínculos son el elemento esencial, constitutivo de lo social; los vínculos afectivos se establecen a través de la palabra, entendida como un fenómeno de naturaleza relacional originado en la necesidad de entrar en contacto con otro. Dos elementos más son partir de que el conflicto hace parte del proceso activador de la dinámica de la convivencia, del desarrollo humano y de las relaciones sociales; y que la democracia es una forma de relación que se expresa en el reconocimiento del otro, la equidad y la participación. Implica: No juzgar, No descalificar, No condenar, pero si responsabilizar es decir aceptar que lo que se hace o dice tienen efectos en las personas y las cosas. *Psicólogo. Docente Usco.