Siria rechazó totalmente las sospechas de que el régimen es responsable de la masacre de Hula, así como las declaraciones del secretario general de la ONU, quien advirtió sobre la posibilidad de una “guerra civil catastrófica” en el país. DAMASCO (AFP) – Los insurgentes sirios dieron de plazo hasta al gobierno del presidente Bashar al Asad para que aplique el plan de paz del enviado especial Kofi Annan, que no ha logrado frenar la violencia en el país, amenazado por una “catastrófica guerra civil”, según la ONU. “Si el régimen sirio no respeta el límite, el comando del Ejército Sirio Libre (ESL) anuncia que ya no tendrá ningún compromiso con el plan Annan y que nuestro deber será defender a los civiles”, informó la comandancia del grupo de resistencia armada. Según los responsables del ESL en Siria, “después de la masacre bárbara de mujeres y niños en Hula (…) ya no hay nada que justifique el respeto a la tregua de manera unilateral porque Asad ha enterrado el plan Annan a la vista de todo el mundo”. El ejército insurgente, compuesto esencialmente por desertores de las fuerzas armadas regionales, hacía referencia a la matanza del pasado 25 de mayo en Hula, en el centro del país, que costó la vida a 108 personas, incluyendo casi 50 niños, según observadores de la ONU. La oposición atribuyó la masacre a las milicias favorables al régimen, al tiempo que la ONU informó tener “fuertes sospechas” de la participación de esas milicias. En este escenario, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, advirtió sobre el riesgo de una “catastrófica guerra civil” en Siria tras esa matanza. “Masacres como las que hemos visto el fin de semana pasado pueden sumir a Siria en una catastrófica guerra civil, una guerra civil de la cual el país nunca se recuperará”, dijo Ban durante el foro de la Alianza de Civilizaciones que se lleva a cabo en Estambul. Ban exigió al gobierno sirio que acate el plan de paz acordado con Annan. “Le pido al gobierno de Siria que cumpla su compromiso con el plan de paz de Annan”, afirmó. Los 15 países miembros del Consejo de Seguridad de la ONU siguen divididos sobre cómo convencer al gobierno de Damasco de respetar la tregua. Diversos países occidentales negocian la adopción de una nueva ronda de sanciones pero Rusia ya dejó claro que no cambiará su posición sobre el tema, a pesar de las presiones. “La posición de Rusia es bien conocida. Es equilibrada y constante. Por ello no creemos que sea apropiado hablar de un cambio de posición ante la presión”, dijo Dimitri Peskov, portavoz del presidente ruso Vladimir Putin. Rusia había considerado “prematuro” que la ONU tome cualquier decisión sobre Siria tras la matanza de Hula. Por su parte, la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, criticó la resistencia de Rusia a aceptar acciones de la ONU para presionar a Siria y advirtió que ello puede contribuir a una guerra civil en ese país. Los rusos “me dicen que no quieren una guerra civil (en Siria). Yo les he dicho que su política contribuirá a una guerra civil”, dijo Clinton ante un auditorio de estudiantes Copenhague, la capital danesa. Ban Ki-moon, secretario general de Naciones Unidas Foto Afp