CIUDAD DEL VATICANO (AFP) – El papa Benedicto XVI instó a sus colaboradores más cercanos a serle leales, mientras su mayordomo, detenido desde el 23 de mayo por filtración de documentos reservados, permanece detenido en una celda de seguridad del Vaticano. CIUDAD DEL VATICANO (AFP) – El papa Benedicto XVI instó a sus colaboradores más cercanos a serle leales, mientras su mayordomo, detenido desde el 23 de mayo por filtración de documentos reservados, permanece detenido en una celda de seguridad del Vaticano. “Agradezco la ayuda que numerosos Representantes Pontificios y colaboradores de la Curia Romana me ofrecen diariamente”, dijo el Papa ante los nuevos egresados de la Academia Pontificia Eclesiástica que forma a los diplomáticos de la Santa Sede. Sin mencionar explícitamente el caso de su mayordomo, Paolo Gabriele, acusado de haber filtrado a la prensa un centenar de documentos y cartas confidenciales dirigidos al pontífice, el Papa abordó el valor de la fidelidad y la lealtad de sus colaboradores. “El Papa cuenta con ustedes para que lo asistan en la realización de su ministerio pastoral. Queridos amigos, los invito a vivir el lazo personal con el Vicario de Cristo (Papa, ndr) como parte de vuestra espiritualidad”, afirmó. “Para los que trabajan en la Santa Sede (…) se trata de una ardua responsabilidad, pero también de un don especial, que con el tiempo desarrolla un lazo afectivo con el Papa, de confianza interior”, subrayó. “La fidelidad a Dios es la clave y la fuente de nuestra fidelidad. Yo quisiera llamar la atención sobre esa virtud, que manifiesta muy bien el vínculo especial entre el Papa y sus colaboradores directos, tanto en la Curia Romana como en las Representaciones Pontificias”, insistió. La falta de lealtad de algunos colaboradores del Papa sacude al Vaticano, que desde enero pasado registra graves filtraciones a la prensa italiana a través de las cuales se revelan los enfrentamientos y luchas internas por el poder en los palacios apostólicos. El mayordomo del Papa es el único imputado por la justicia del Vaticano, que lo acusa de robo de documentos con agravante, por lo que se expone a una pena de 1 a 6 años de prisión en una cárcel italiana. El portavoz de la Santa Sede, padre Federico Lombardi, rechazó este lunes que Gabriele sea “un chivo expiatorio”. “La tesis de que es sólo un chivo expiatorio no se corresponde con la realidad”, declaró Lombardi, tras desmentir las informaciones publicadas por un diario italiano que sostiene que el mayordomo no pudo planear, organizar y aplicar solo un plan tan sofisticado, y que es y fue manipulado. “No será sometido a nuevos interrogatorios. Se están examinando los materiales útiles para la investigación. Hay una aparente lentitud, que demuestra también que la Santa Sede es escrupulosa y seria”, afirmó. El religioso desmintió que el Vaticano esté indagando sobre cuatro o cinco cardenales, varios funcionarios laicos de la Curia Romana y periodistas involucrados en las filtraciones. “No es verdad”, tranzó. El Papa pide lealtad a colaboradores, su mayordomo sigue detenido en Vaticano