Sorpresas que no lo son tanto. Por Germán Palomo G.

Los distintos comentarios de la prensa local sobre los nuevos gobernantes, coinciden en destacar la sorpresa que ha causado a las nuevas administraciones el recorte a las regalías directas, un tema que a todo lo largo del 2011, estuvimos analizándolo y presentando soluciones a la problemática que ya avizorábamos, por lo que no debe sorprenderlos tanto. Una de las sugerencias que entonces hice, y que reitero, es la necesidad de que a la comunidad se le dijera la verdad y se le preparara para la nueva realidad generando un plan de capacitación en la elaboración de proyectos a presentar a los cuatro fondos que el SGR creó para el manejo de los recursos que antes se giraban a los entes territoriales. Sé que hasta ahora, exceptuando a la gobernación que hizo un seminario para 40 funcionarios de distintas entidades el año pasado, ningún ente territorial ha preparado a los suyos o a las entidades que tradicionalmente han dependido de las regalías para sus programas para que, conjuntamente, presenten proyectos para lo cual ya se aprobaron los presupuestos para los departamentos y municipios que no serán girados automáticamente sino que atenderán las convocatorias que se abrirán para este propósito. Si no se presentan proyectos, los recursos no llegarán así hayan sido presupuestados para el Huila. Esto, sin prepararse para presentar proyectos coherentes y sólidos, seguramente ocurrirá. Contraria a esta sugerencia, me preocupó leer las declaraciones del nuevo secretario de Hacienda de Neiva, Dr. Juan Carlos Ramón Rueda, a este diario sobre la posibilidad de que los subsidios a los estratos bajos por consumo de agua, alcantarillado y aseo, que ya no se podrán dar por regalías, se sustituyan con otra fuente, concretamente el Plan Departamental de Aguas. Respetuosamente sugiero decirles, así parezca duro, que ya no habrá más subsidio, entre otras razones, porque las regalías nunca se orientaron a subsidiar esta clase de gastos. Los subsidios al consumo en servicios públicos siempre provinieron del llamado subsidio cruzado, es decir, de los pagos de los usuarios pudientes para transferir a los pobres, pero nunca de regalías. El único subsidio de regalías impuesto por el Ministerio de Salud fue el régimen subsidiado, que como bien dijo el secretario, quedó en el limbo, confirmándose la bomba de tiempo que siempre anuncié. A veces resulta muy fuerte asumir decisiones, pero cuando toca, toca y este es el momento.