Ataque sin piedad a la tierra (II). Por Obert Alejandro Ortíz R.

¿Dónde están los ambientalistas? Hace unos días dialogué con un gran amigo que hoy es Procurador para Asuntos Agrarios y Ambientales y analizábamos los retos del Plan Nacional de Desarrollo en esta materia, los recursos asignados anualmente para afrontar todas las metas y adversidades de este sector, el rol de las autoridades ambientales, la reorganización del Sistema Nacional Ambiental con la  reforma del Estado que se realizó, así como todos los retos que deben afrontar los nuevos gobernantes sobre el asunto. Por supuesto, ante la mano devastadora del hombre, especialmente por la exploración y explotación minera y de hidrocarburos en el país, la gran conclusión es que si no surge un movimiento similar al que se hizo sentir cuando se trató de reformar la Ley de Educación Superior, es decir, el de la Mesa Ampliada Nacional de Educación (Mane) las cosas van a continuar de mal en peor en lo que tiene que ver con la defensa o más bien  al ataque sin piedad a la tierra. Por ello, la pregunta inicial. Sin embargo surgen otras: ¿Será que los ambientalistas no lograrán jalonar un movimiento similar?, ¿Las ONGs no se podrán poner de acuerdo para impulsar un foro permanente sobre la defensa de nuestra amada tierra?, ¿no podrá articularse la institucionalidad ambiental para que esté en la delantera defendiendo  acciones degradantes del medio ambiente y no como en la actualidad que responde más a una reacción que a la prevención?, ¿Será que necesitamos a los universitarios para que nos den una mano en un movimiento similar?, ¿Se requieren más hechos o lecciones de desastres para tomar más conciencia sobre el particular?. ¿Estamos suficientemente educados ambientalmente?, ¿Cuál será el punto de equilibrio entre la exploración y explotación a costa del medio ambiente y la generación de riqueza y productividad? Alguien debe liderar estos cuestionamientos urgentemente y sentar una voz enérgica para contribuir en la solución de estos interrogantes con distintas acciones. Las TICs nos facilitarían esta tarea. No es posible seguir dragando la tierra, contaminando ríos en nuestra nariz, abriendo trochas a diestra y siniestra y acabando con lo que en ellas se atraviese (así sean cubiertas con pasto),  utilizando aljibes sin autorización, cazando especies en extinción, traficando y maltratando animales, talando árboles, etc. La tierra no aguanta más. ¡Adelante Manma!