Mercedes y Sara Juliana jamás se conocieron, sin embargo las dos padecieron la ausencia de una completa atención médica. Mercedes y Sara Juliana jamás se conocieron, sin embargo las dos padecieron la ausencia de una completa atención médica. La mujer y la bebé, beneficiarias del Sisben, luego de esperar por horas en centros médicos volvieron a sus hogares con las mismas molestias. Sólo una sobrevivió. Atención médica: un viacrucis peor que la enfermedad GINNA TATIANA PIRAGAUTA G. LA NACIÓN, NEIVA Mercedes Tavera creía que iba a morir. La noche anterior, mientras dormía, accidentalmente ingirió su prótesis dental. El puente con las cuatro muelas y los alambres respectivos, estaban dentro de su cuerpo. La mujer de 47 años, residente en el barrio Las Delicias de Neiva y beneficiaria del Sisben, sintió un fuerte dolor en su pecho y en su abdomen, por lo que acudió a la Clínica Uros sobre las 10:30 a.m. del pasado martes 3 de enero de 2012. Al tiempo, Jonathan Leiton y Norma Alejandra Velásquez integran una joven pareja que se estrenaba como papás. El 20 de diciembre de 2011 nació su primogénita, a quien llamaron Sara Juliana, y su hogar en el barrio Luis Carlos Galán de Neiva se llenó de alegría y amor. Sin embargo, la pequeña presentaba reflujo y vomito constante. Su abuela, Deyanira Murcia, aseguró que la sintomatología se complicó y la novel pareja de padres acudió insistentemente a la Clínica Uros en búsqueda del servicio médico, pero las filas para la atención eran desorbitantes con motivo de las festividades y sus estragos en muchas personas que congestionaron las salas de urgencias. Sistema de salud Y es que el pasado martes 3 de enero, cuando las dificultades de Sara y Mercedes se presentaron, los pasillos del centro médico estaban a reventar. Pacientes de diferentes edades, sintomatologías y padecimientos acudieron masivamente a buscar atención para sus males físicos. “Hubo un pico epidemiológico y atendimos más de 110 consultas ese día”, aseguró Uriel Gutiérrez, coordinador médico del centro asistencial, quién recomendó a los ciudadanos tener hábitos saludables de vida, con el fin de evitar las congestiones registradas, especialmente por problemas digestivos. Las horas pasaban lentamente para Mercedes, mientras esperaba en una silla de la clínica y le rogaba a Dios para que los galenos lograran extraer el cuerpo extraño de su organismo, antes que comprometiera un órgano vital. Sus condiciones médicas generales fueran evaluadas como buenas por el profesional que la atendió, su urgencia fue catalogada en el nivel 2 de prioridad en atención y le fue ordenada una radiografía. Mercedes continuó en la clínica a la espera del examen. Durante todo la mañana se abstuvo de ingerir alimentos, mientras que la ansiedad y la preocupación se apoderaban de su mente. ‘El paseo de la muerte’ de Sarita Milcer Centeno, abuelo de Sara Juliana, aseguró que la niña nació bien y que su salud era estable. No obstante, presentó vomito constante, razón por la cual sus jóvenes padres la llevaron al médico y pidieron una valoración especializada. Sólo hasta mañana viernes 6 de enero la niña sería evaluada del reflujo que presentaba, pero la pequeña continuaba con vomito y malestar. Los papás la trasladaron en la noche del martes pasado a la Clínica Uros, porque la piel de Sara Juliana se tornó completamente morada. “Mi esposa le dijo a la recepcionista de urgencias que la niña estaba enferma, vomitando mucho y moradita. Esa señora ni siquiera miró a mi mujer, hizo como si nadie le hablara, como si ella fuera un vegetal”, aseguró adolorido Jonathan. Desesperados por la falta de atención, los jóvenes padres se dirigieron a la ESE ubicada en el barrio Las Granjas. Allí, la situación era igual por la cantidad de pacientes que era exagerada y ante la espera infructuosa, volvieron a su hogar. Ángeles y milagros Un ángel se le apareció a Mercedes cuando estaba a punto de colapsar ante la incertidumbre por su estado médico y a la espera de la atención requerida. Aníbal Quino Javela, veedor de Salud Departamental y miembro del Comité Ético del Hospital Universitario, se acercó a preguntarle cómo se sentía y qué necesitaba. Mercedes le comentó su dificultad y el veedor inició una cruzada para que le realizaran las radiografías inmediatamente a la mujer y evitar así una tragedia. Quino alcanzó a ir a almorzar, visitar otros centros médicos y cuando regresó a Uros, a Mercedes aún no le habían practicado el examen. El veedor visitó diferentes oficinas e insistió por todas las dependencias, hasta que a la mujer le realizaron la toma de seis radiografías pasadas las 4 p.m. Ante la lentitud en la atención, Quino acudió a los diferentes medios de comunicación de la ciudad, preocupado por la salud de Mercedes. Insistió en buscar apoyo porque temía que la prótesis que recorría el cuerpo de la mujer, le generará una fatal complicación. Drama en la noche Las radiografías que le tomaron a Mercedes no permitieron establecer la ubicación de su caja de dientes. El cirujano general, al no evidenciar el cuerpo extraño ordenó una endoscopia de vías digestivas y le fue programada pero sólo hasta ayer jueves. Mercedes salió de la Clínica sobre las 7 p.m. preocupada y exhausta. Fue diagnosticada con un cuerpo extraño en las vías digestivas, que continuaría ahí mientras la lenta atención médica posibilitaba la extracción de su prótesis dental. Mercedes compró muchos bananos en un lugar cercano al centro médico. Desesperada se los tragó casi enteros. Al llegar a su casa, contigua al río Las Ceibas, se tomó tres cucharadas de aceite de cocina, y esperó a que se produjera un milagro que le permitiera continuar con vida al lado de su familia. La noche que pasó fue terrible. Sin dormir y con mucho malestar, recorrió las habitaciones de su casa, anhelando que su remedio casero fuera efectivo. A tempranas horas de la mañana de ayer defecó su prótesis con mucha dificultad y dolor. Posteriormente fue atendida por el médico de la clínica, que le recomendó acudir en caso de presentar inflamación o molestia. Dolor infinito Norma Alejandra acostó a Sara Juliana en su cama, al lado de su esposo. Ayer a las 4 a.m. Jonathan se levantó y le dio un tetero, le sacó los gases y la volvió a dejar en la cama. Unas pocas horas después, Norma observó que la niña estaba otra vez morada y corrió hacia el centro de salud de Granjas con su bebé. Sin embargo, Sara Juliana ya había fallecido. Paradójicamente fue atendida por un galeno, cuando ya no había nada que hacer. En medio del desgarrador dolor toda la familia rodeó a los jóvenes padres. Norma pidió privacidad para este momento de sufrimiento infinito, mientras que Jonathan aseguró que a su pequeña le negaron la atención oportuna. Los abuelos insisten en que hubo negligencia, mientras que los vecinos pidieron que se analice la responsabilidad de los centros médicos. La familia que perdió a la pequeña Sara Juliana está sumida en una profunda tristeza. Mercedes se recupera lentamente de la peor experiencia de su vida. Muchos pacientes denuncian presuntas irregularidades en la atención de los servicios de salud, mientras que algunos ángeles recorren los pasillos tratando de ayudar a los humildes enfermos colombianos, condenados a la pena de muerte por el actual sistema de salud, ¿cuántos más se necesitarán? Clínica Uros se pronuncia La dirección médica de la Clínica Uros atendió a LA NACIÓN y respondió los cuestionamientos frente a la atención brindada a Mercedes Tavera. Los coordinadores aseguraron que la usuaria ingresó en buenas condiciones generales, sus signos vitales eran estables y no presentaba alteraciones evidentes. Asimismo, manifestaron que para verificar la localización del cuerpo extraño en la paciente, ordenaron la realización de la radiografía de abdomen y cuello. Sin embargo, el reporte radiológico no evidenció la localización de éste, razón por la cual fue revalorada por el cirujano general, quien ordenó una endoscopia de vías digestivas. El médico general y el cirujano consideraron que no existía ningún síntoma de alarma que comprometiera la vida de la paciente y programaron el examen para el día siguiente a la atención en la clínica. Los galenos aseguraron que informaron a Mercedes Tavera del procedimiento a seguir y de los posibles signos de alarma. Luego de la expulsión espontánea del cuerpo extraño, la paciente fue revalorada y la encontraron totalmente asintomática, por lo que finalmente procedieron a brindarle algunas recomendaciones generales. El médico Uriel Gutiérrez aseguró que a la paciente se le brindó los servicios médicos requeridos, incluyendo las valoraciones especializadas y que no presentaba un cuadro clínico de riesgo vital.